Los Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro, Brasil, continúan dejando postales para la historia. Una de estas imágenes, quizá 'la más emblemática', es la selfie que se tomaron las gimnastas de dos países que técnicamente están en guerra.
Se trata de las atletas Lee Eun-ju, de Corea del Sur, y Hong Un-jong, de Corea del Norte, quienes se encontraron en los entrenamientos de la competencia de gimnasia, se saludaron amablemente y luego se tomaron una selfie y posaron para los periodistas ahí reunidos.
El gesto fue percibido como un ejemplo del espíritu deportivo que promueven las Olimpiadas, en particular tras el aumento de la tensión entre ambos países luego de que el dictador norcoreano Kim Jong-Un ordenara en los últimos meses el lanzamiento de misiles.
'Es por esto que se hacen los Juegos Olímpicos', dijo en su cuenta de Twitter el analista político estadounidense Ian Bremmer, en un mensaje que fue compartido 18.000 veces.
Hong, primera gimnasta en dar una medalla de oro a Norcorea en Beijing 2008, avanzó a la final de salto, donde nuevamente es una seria aspirante a una de las preseas, pero Lee no pudo acceder a la ronda decisiva.
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