Tres años después de su meteórico avance y conquista de un territorio vasto como Italia, el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) fue derrotado en Irak y se encuentra acorralado en la vecina Siria.
A merced de un diluvio de bombas de Estados Unidos y Rusia, los yihadistas perdieron en 2017 sus principales “capitales” Mosul, en Irak, y Raqa, en Siria.
La derrota militar ha obligado a los terroristas a cambiar de estrategia, y este año llevaron su campaña del terror a nuevos niveles, ejecutando atentados de “bajo costo” en las ciudades más importantes del mundo.
Así Barcelona, Londres, Berlín, Nueva York, Manchester y Bruselas se convirtieron en escenario de sangrientos atentados que se cobraron la vida de cientos de personas en atropellamientos múltiples o explosiones de bombas artesanales.
Para estas fiestas de fin de año, los yihadistas han lanzado nuevas amenazas a Occidente, obligando a las capitales del mundo a blindarse para celebrar la Navidad.
“Espérennos en sus fiestas”, señala una postal divulgada por los yihadistas, en las que aparecen dos terroristas en un paso de subterráneo destruido.
En otra postal, aparece un lobo solitario con dos rifles caminando hacia una iglesia, que en la entrada tiene un árbol de Navidad y un pequeño Papá Noel.
Los terroristas también compartieron –en canales de Internet encriptados– un manual increíblemente detallado de fabricación de bombas que utilizan luces de Navidad como detonantes, para que sus lobos solitarios puedan realizar ataques con explosivos en Occidente. El documento precisa que el dispositivo no puede ser detectado por perros rastreadores, y añade que en sólo dos días puede ser puesto a punto para matar al menos a 10 personas.
El atentado fallido de hace dos semanas en el metro de Nueva York, cometido por un bangladesí, despertó las alarmas sobre un ataque de gran envergadura en estas fiestas.
Akayed Ullah, un exconductor de taxi de 27 años que detonó un artefacto casero adosado a su cuerpo, dijo presuntamente a las autoridades que escogió su objetivo por las numerosas pancartas navideñas en el túnel que une Times Square con la estación de Port Authority.
La explosión, que sólo hirió levemente a tres personas, fue provocada dos semanas antes de Navidad, una época que según los expertos atrae mucho a los agresores, ya que se concentra un gran número de personas en espacios concretos.
El año pasado, un refugiado tunecino mató a 11 personas e hirió a otras tantas al arrollar a una multitud congregada en un mercado navideño en Berlín. Una semana más tarde, un yihadista asesinó a 39 personas durante una fiesta de fin de año en una discoteca de Estambul.
En noviembre de 2016, la policía francesa desmanteló una red que planeaba un ataque en un mercado navideño y en Disneyland las semanas previas al 25 de diciembre.
Blindados
Tanto en Europa como en Estados Unidos, las autoridades han reforzado este año la presencia policial en los lugares con mayor aglomeración y desplegando más bloques de hormigón para prevenir ataques con vehículos.
En los últimos días, autoridades de Italia, Alemania, Rusia y Francia han desbaratado varios ataques planificados para esta temporada, deteniendo a decenas de personas con explosivos de fabricación casera.
El Departamento de Estado ha pedido a quienes viajen a Europa ser “prudentes”, ya que “los extremistas siguen apuntando contra lugares turísticos”.
“Las fiestas navideñas siempre han levantado la preocupación de las amenazas”, señaló a la AFP Jeff Ringle, expolicía antiterrorista del FBI y ahora director de Soufan Group, una empresa que aconseja a gobiernos y multinacionales en cuestiones de seguridad.
En su opinión, las grandes superficies, salas de concierto y espacios similares dan a los agresores “mucha visibilidad en los medios”.
Estados Unidos, en la temporada de más transito en ese país, ha blindado las estaciones de tren, autobús y los aeropuertos. Allí se ha desplegado un fuerte dispositivo para garantizar la seguridad y tranquilizar a los viajeros. Por eso, cientos de agentes patrullan en las principales ciudades acompañados de perros y fuertemente armados. Medidas de seguridad extremas se han tomado especialmente en el centro de Nueva York. Allí las fuerzas de seguridad piden también colaboración a los ciudadanos, con una aplicación que permite advertir de posibles amenazas.
SITE, centro estadounidense especializado en vigilar por internet los movimientos extremistas, dio a conocer varios carteles de aspirantes yihadistas que van en este sentido. En uno de ellos se veía a un papá Noel cerca de una caja de explosivos y mirando a Manhattan con la leyenda: “Nos vemos en Navidad en Times Square”.