San Antonio, Estados Unidos
Dejaron sus países en busca del ‘sueño americano’ y encontraron la muerte. Ayer, nueve indocumentados murieron dentro de un camión estacionado en Texas, cerca de la frontera con México, y otros 30 fueron hospitalizados por deshidratación, en un “horrible” crimen de tráfico de personas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, calificó al hecho como “una tragedia que rompe el corazón” y prometió “protección a las víctimas de los traficantes de personas”, según dijo en un comunicado.
Diecisiete de los heridos hospitalizados en la ciudad de San Antonio, a unas dos horas en auto de la frontera mexicana, estaban en condición “extremadamente crítica”, afectados de deshidratación y calor excesivo, dijeron las autoridades.
El conductor del camión fue arrestado, informó el jefe de la Policía de San Antonio, William McManus.
Al menos 39 personas estaban en el camión, incluyendo una persona que fue hallada en una zona boscosa, dijo la Fiscalía Federal en un comunicado.
El jefe de Bomberos, Charles Hood, afirmó que en el grupo se encontraban al menos dos menores. McManus agregó que todos los muertos eran hombres adultos. Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían proporcionando las identidades o nacionalidades de las víctimas; pero el diario El Universal afirmó que los murtos eran mexicanos.
Infierno. La alerta la dio un empleado del supermercado Walmart, en cuyo estacionamiento estaba el camión, cuando uno de sus ocupantes fue a pedirle agua. El empleado regresó con el agua y luego llamó a la Policía, que encontró “ocho personas muertas en la parte trasera”, indicó el jefe policial, que calificó los hechos como una “horrible tragedia”. Según McManus, las grabaciones de las cámaras de seguridad mostraron que varios carros acudieron a recoger a personas que estaban dentro del camión. “Estamos ante un delito de tráfico de personas”, añadió el policía, quien notificó el caso a los servicios de inmigración.
La temperatura dentro del camión, que no le funcionaba el aire acondicionado, se habría elevado rápidamente a los 65 grados, dijo Hood.
Las autoridades creen que los indocumentados murieron por asfixia o un golpe de calor; pero la causa debe ser aun determinada por el médico forense del condado.