La revelación de la hermosa chica, de 20 años, quien sostiene haber sido la fiel compañera del primer ministro durante sus criticadas fiestas privadas entre 2008 y 2009, termina por avivar el escándalo en los que está involucrado por pasar sus veladas con prostitutas de lujo y hasta con una menor de edad, conocida como Ruby, por lo que está siendo juzgado.
“Soy la novia de Berlusconi, vivo en su casa de Arcore (residencia privada de Milán), estamos juntos desde que se separó de su mujer por el caso de Noemí (2009)”, contó Katarina Knezevic al diario La Repubblica, que la entrevistó en la capital de Montenegro, Podgorica. “Voy con él a todas partes, lo acompaño a donde vaya. Nuestra relación no tiene nada de misterioso, pero hasta ahora hemos evitado que nos tomen fotografías juntos”, aseguró la chica.
Antecedentes
No se trata de la primera vez que una joven, casi adolescente, asegura ser la compañera sentimental del anciano multimillonario primer ministro italiano, quien se encuentra de nuevo en el ojo de la tormenta tras la publicación de conversaciones embarazosas sobre sus relaciones con modelos y prostitutas de lujo, en la que aparece como un obseso sexual y la condena de la Iglesia por sus “comportamientos licenciosos y relaciones inapropiadas”.
La presencia de la joven balcánica en la residencia del primer ministro fue confirmada por buena parte de las guapas chicas que solían ser invitadas a las veladas milanesas de Berlusconi.
“Era una loca peligrosa que le metía presión a Berlusconi”, comentó una de ellas.
En enero del 2011, después de que estallara el caso Ruby, Berlusconi aseguró que mantenía una relación “afectiva estable con una persona”, pero que prefería mantener en secreto su nombre para protegerla.
Después de la confesión, varias chicas se han declarado “novias oficiales” de Berlusconi, entre ellas la actriz alemana de origen bosnio Sabina Began, quien lo calificó como el “único que me ha hecho sentir una mujer de verdad”.
El multimillonario político festejó el jueves su cumpleaños en Roma en un clima “triste”, marcado por las dificultades económicas que atraviesa Italia, el malestar social por las drásticas medidas adoptadas, los problemas judiciales y políticos y las críticas de la Iglesia.