Tapachula, México.
Cientos de indocumentados centroamericanos recorren México en el Viacrucis del Migrante para denunciar la violencia que padecen en su ruta hacia Estados Unidos y exigir un trato digno de las autoridades.
Iris Amador, una hondureña que perdió a su marido y uno de sus hijos a manos de pandilleros, es una de las migrantes que participa en la caravana tras huir hace dos meses del país junto a sus hijas.
La mujer, a quien le fue rechazada una petición de asilo que le tramitó una abogada, tiene un claro objetivo: Estados Unidos.
“Sé que este camino no será nada fácil, y soy consciente de esto, pero tengo una gran fe y un valor enorme”, apunta la mujer que se dice “preocupada” por las medidas contra la inmigración implementadas por Donald Trump.
Uno de los organizadores de esta marcha es Cristóbal Sánchez, un defensor de los derechos humanos del Movimiento Cultura Migrante.
“Es Semana Santa y tratamos de emular la Pasión de Cristo. El sufrimiento que tuvo al ser crucificado. Y así visibilizar la violencia, los atropellos, las violaciones a derechos humanos, los secuestros y la represión policial”, indica el activista. El Viacrucis del Migrante empezó este domingo, cuando un grupo de indocumentados cruzó con una cruz el río Suchiate, que separa México y Guatemala.
La caravana se divide en dos etapas. En la primera, se dirigirán hasta la capital para exigir un “tráfico libre y digno de las personas” que cruzan el país; y en la segunda, un grupo de migrantes llegarán a la frontera con EUA y solicitarán refugio, alegando “emergencia humanitaria”, añade Sánchez.
Cientos de indocumentados centroamericanos recorren México en el Viacrucis del Migrante para denunciar la violencia que padecen en su ruta hacia Estados Unidos y exigir un trato digno de las autoridades.
Iris Amador, una hondureña que perdió a su marido y uno de sus hijos a manos de pandilleros, es una de las migrantes que participa en la caravana tras huir hace dos meses del país junto a sus hijas.
La mujer, a quien le fue rechazada una petición de asilo que le tramitó una abogada, tiene un claro objetivo: Estados Unidos.
“Sé que este camino no será nada fácil, y soy consciente de esto, pero tengo una gran fe y un valor enorme”, apunta la mujer que se dice “preocupada” por las medidas contra la inmigración implementadas por Donald Trump.
Uno de los organizadores de esta marcha es Cristóbal Sánchez, un defensor de los derechos humanos del Movimiento Cultura Migrante.
“Es Semana Santa y tratamos de emular la Pasión de Cristo. El sufrimiento que tuvo al ser crucificado. Y así visibilizar la violencia, los atropellos, las violaciones a derechos humanos, los secuestros y la represión policial”, indica el activista. El Viacrucis del Migrante empezó este domingo, cuando un grupo de indocumentados cruzó con una cruz el río Suchiate, que separa México y Guatemala.
La caravana se divide en dos etapas. En la primera, se dirigirán hasta la capital para exigir un “tráfico libre y digno de las personas” que cruzan el país; y en la segunda, un grupo de migrantes llegarán a la frontera con EUA y solicitarán refugio, alegando “emergencia humanitaria”, añade Sánchez.