Más de 700 hondureños se encuentran retenidos en cárceles y centros de detención de migrantes en Estados Unidos, denunció ayer sor Valdette Willeman, directora del CAMR (Centro de Atención al Migrante Retornado).
La difícil situación que enfrentan estos compatriotas se debe a que el Gobierno de Honduras, a través de la Cancillería, ha paralizado la emisión de salvoconductos en el territorio norteamericano, lamentó la encargada del CAMR.
Willeman informó que los cónsules hondureños en las ciudades estadounidenses fronterizas con México han dejado de firmar los documentos que requieren los compatriotas para poder ser deportados a territorio catracho.
Siete vuelos
El retraso en la emisión de los documentos ha impedido la realización de al menos siete vuelos con más de 700 compatriotas que aguardan en las cárceles estadounidenses por su proceso de deportación, el cual está impidiendo el propio Gobierno de Honduras.
“Que no le sea impedido a cada uno de ellos regresar a Honduras tranquilamente y volver a sus casas. El canciller (Arturo Corrales) debe darles autoridad a los cónsules que están en las fronteras. Los cónsules no hacen su papel, no firman los salvoconductos. Por favor, canciller, dé autoestima a estos hondureños”, clamó la encargada del CAMR.
Cifras récord
Willeman calificó de inhumanas las acciones del Gobierno hondureño al señalar que se les está impidiendo a estos hondureños reunirse con sus familiares en la víspera de la época de Navidad, pues sostuvo que la mayoría de los catrachos “aguantan la humillación” y sufren maltratos en las cárceles y centros de detención estadounidenses de migrantes.
La directora del Centro de Atención al Migrante dejó entrever que el Gobierno de Honduras estaría pretendiendo frenar las masivas deportaciones de hondureños desde Estados Unidos para evitar que se registren cifras récords en las expulsiones al cierre de 2012.
Según los datos del CAMR, 29,956 hondureños han sido deportados por vía aérea desde Estados Unidos en lo que va del año y se estima que al cierre de 2012 la cifra podría superar los 32,000 catrachos expulsados, un dato nunca antes registrado desde que se iniciaron las deportaciones desde suelo norteamericano.
“Estamos viendo que este año vamos a llegar a entre 31,000 y 32,000 hondureños deportados, yo siempre he dicho que la situación económica tiene mucho que ver; pero este año se ha agregado el problema de la violencia, según lo que dicen los deportados cuando vienen”, sostuvo Willeman.
Vuelos al Toncontín
Las autoridades del Centro de Atención al Migrante Retornado han venido haciendo llamados al Gobierno para que empiece gestiones ante Estados Unidos a fin de reanudar los vuelos de deportados al aeropuerto Toncontín.
Según las autoridades, el traslado de los vuelos de deportados al aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula ha incrementado los gastos de esa organización, en virtud de que se erogan significativas cantidades de recursos para auxiliar a los deportados con el pago de los pasajes de regreso a sus hogares.
Estados Unidos decidió cancelar el envío de vuelos de deportados al aeropuerto Toncontín luego de un incidente registrado con una aeronave que tuvo dificultades al aterrizar en la pista.
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