El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos recibió autorización para implementar el software israelí Graphite, una herramienta capaz de acceder a la información privada de los teléfonos celulares de inmigrantes que realicen trámites migratorios, incluidos hondureños.
Con esta tecnología, los agentes federales pueden ingresar a mensajes encriptados, correos electrónicos, fotografías y documentos almacenados en los dispositivos, además de activar el micrófono de manera remota.
El uso de Graphite, según expertos, plantea un fuerte debate sobre derechos de privacidad, libertades civiles y seguridad nacional, en un contexto político ya sensible por la situación de los inmigrantes hondureños y de otras nacionalidades.
El contrato para adquirir el programa fue firmado en septiembre de 2024, pero su aplicación se detuvo temporalmente durante la administración de Joe Biden, debido a denuncias de que en Italia había sido utilizado para espiar a periodistas y activistas.
Tras meses de revisión, ICE obtuvo finalmente la luz verde para emplearlo en solicitudes de residencia, ciudadanía, asilo, TPS y otros beneficios migratorios.
Organizaciones defensoras de derechos civiles advirtieron que permitir el uso de una herramienta de vigilancia extranjera sobre solicitantes de estatus migratorio podría violar la Primera Enmienda y abrir la puerta a abusos de poder.
Por su parte, especialistas en ciberseguridad señalan que el software necesita cierto grado de interacción del usuario —como abrir un archivo o dar clic en un enlace malicioso— para infectar el dispositivo. Una vez dentro, sin embargo, el acceso resulta prácticamente total.
"Estamos hablando de control sobre micrófono, fotografías, documentos y datos altamente sensibles. Esto cambia el panorama de vigilancia en los procesos migratorios", advirtió el ingeniero en tecnología Feli Michaca, en declaraciones a Univision.
Migrantes piden clemencia a Trump al vencer el TPS para 60.000 hondureños y nicaragüenses
Migrantes pidieron "clemencia" al presidente estadounidense, Donald Trump, al vencer este lunes el Estatus de Protección Temporal (TPS) de casi 60.000 hondureños y nicaragüenses, lo que los expone a la deportación tras vivir más de 25 años en Estados Unidos.
"Le pedimos, por favor, que, ya que cerró las fronteras, a los que estamos acá adentro nos dé un estatus temporal, se lo pedimos con clemencia, de corazón, que no olvide que nosotros hemos construido, hemos trabajado, hemos aportado", declaró a EFE la hondureña Iris Aguilar en Miami.
Una docena de hondureños se reunieron en de la Pequeña Habana para advertir de una "verdadera tragedia humana" porque este lunes termina dicho alivio migratorio vigente desde 1999 para Honduras y Nicaragua porque el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) considera que "ya no continúan cumpliendo los criterios para la designación del TPS".
El fin del TPS afectaría en particular a migrantes de Florida, donde vive uno de cada tres de los más de 1 millón de beneficiarios de Estados Unidos, según un reporte del Congreso, además de ser el segundo estado, después de Texas, con más hondureños, de los que más de 55.000 perderán ahora su protección a la deportación.
"Pedimos al presidente que queremos el TPS, que nos active el TPS porque en estos momentos, a partir de las 12:00 de la noche, nuestro seguro médico, muchos beneficios van a ser cortados, después de las 12:00 de la noche, estamos sin nada, sin licencia", expuso Lesly Mejía, una de las afectadas.