El ex presidente Fidel Castro reapareció ayer en un programa de la televisión cubana, la segunda salida a escenarios más o menos públicos en una semana.
Castro se vio relajado, delgado y con la voz un poco más cascada que en otras épocas, pero locuaz, vestido de uniforme deportivo azul oscuro y una camisa de cuadros abajo.
El ex gobernante, quien en agosto cumple 84 años, estaba sentado en una especie de estudio de trabajo, con las paredes pintadas de blanco, escasos adornos y frente a un escritorio de madera donde también se encontraba el conductor habitual de la Mesa Redonda --Randy Alonso-- un foro diario de la televisión isleña.
Al parecer, el programa se realizó ayer --aunque inicialmente se dio a entender que era del domingo-- según los comentarios de Alonso a Castro mientras éste hablaba de algunos sucesos en torno a la tensa situación en Irán; pero no se informó cuándo se produjo con exactitud o si el mismo fue previamente grabado o transmitido en vivo.
Un comunicado previo publicado en medios de prensa isleños indicó que Castro iba a ser el invitado “especial” para hablar sobre la situación en el Oriente Medio. El programa duró una hora y quince minutos. Según Castro, el desarrollo del conflicto en aquella región del mundo desembocará en un ataque nuclear de Estados Unidos e Israel a Irán para el que la opinión pública debe estar preparada.
Reflexiones
“Lo peor es la resistencia que van a encontrar, que no tenían en el caso de Irak”, manifestó el ex mandatario, quien recordó que la propia Cuba estuvo en peligro de un bombardeo atómico al comienzo de la revolución en 1962.
Castro también leyó muchos informes sobre el ascenso del armamentismo y comentarios de columnistas que criticaron la estrategia de seguridad de Estados Unidos y del presidente Barack Obama.
