Washington, Estados Unidos.
“Algunas personas piensan que soy un verdadero genio”. Con provocaciones, insultos y tuits burlones, Donald Trump ha escrito un capítulo extraordinario en la historia de Estados Unidos.
Tanto es así que la elección de hoy, donde buscará, a los 74 años, un segundo mandato, está planteada como un verdadero referéndum sobre su persona, sobre un estilo de presidencia completamente nuevo.
Durante cuatro años, los estadounidenses han presenciado, entusiastas, angustiados o asustados, el espectáculo sin precedentes de un presidente que llegó al poder con estruendo y que no se impuso ninguna restricción.
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La deriva autoritaria o el colapso económico anunciados por algunos el 8 de noviembre de 2016, día de su sorpresiva elección, no se produjeron.
Las instituciones, a menudo abusadas, han demostrado su solidez y una serie de indicadores -empezando por las cifras de empleo- fueron buenos durante mucho tiempo antes del impacto devastador del coronavirus.
Pero en un mandato lleno de escándalos, el septuagenario de la larga corbata roja dañó la función presidencial, atacó a jueces, legisladores y funcionarios.
Más allá de fronteras, intimidó a los aliados de Estados Unidos, mostró una inquietante fascinación por los líderes autoritarios, desde Vladimir Putin hasta Kim Jong Un, este último a quien hizo una visita histórica.
Rostro triunfante de un populismo desenfrenado, el hombre que, según el escritor Philip Roth, utiliza “un vocabulario de 77 palabras”, ha hecho perder el sentido de la mesura a sus admiradores y detractores.
En la compleja y cambiante geopolítica del siglo XXI, Trump apuntó personalmente contra Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Angela Merkel y Theresa May.
Lo que quedará sin duda como un hito de su presidencia es la muerte, en octubre de 2019, del líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) Abu Bakr al Baghdadi durante una operación estadounidense en Siria.
Su poder
Nacido el 14 de junio de 1946 en Queens, Nueva York, educado en la escuela militar, Trump se sumó a la empresa familiar después de estudiar Negocios.Tras la Segunda Guerra Mundial, su padre Fred Trump, descendiente de un inmigrante alemán, ya había levantado un imperio en Nueva York construyendo edificios para la clase media en barrios populares. En 1971, Donald Trump se convirtió en el sucesor de la empresa familiar y se mudó a Manhattan.
Según Forbes, el empresario está en el puesto 339 de los 400 más ricos de América con 2,500 millones de dólares. Su ascenso en su larga etapa de negocios está lleno de éxitos y fracasos, acompañados de fama televisiva.
Padre de cinco hijos de tres mujeres diferentes, diez veces abuelo, Trump nunca ha dejado de elogiar públicamente a Melania, la exmodelo eslovena convertida en la “magnífica primera dama”.
Apoyándose en un estrecho círculo familiar, pero también siempre poniendo por delante su “instinto”, Donald Trump, cuya caída fue anunciada mil veces, ha sobrevivido a todos los escándalos, incluyendo sus supuestas aventuras extramatrimoniales con la estrella porno Stormy Daniels.
Como si, de tanto acumularse, ya no lo afectaran.
