Ciudad de México.
Uno de los primeros interrogantes que surgieron tras conocerse la fuga del Chapo Guzmán fue como pudo el narco escapar por un túnel sin activar los sensores de movilidad de la cárcel de máxima seguridad del país. Funcionarios del gobierno federal revelaron la respuesta a Excelsior: estaban apagados desde hacía varias semanas.
El motivo: unas obras de mantenimiento del sistema de distribución del agua potable que se realizaban muy cerca del penal, según reconocieron autoridades de la cárcel ante la fiscalía.
Las obras corresponden a la ampliación del llamado Sistema Cutzamala, que abastece a la capital, y provocaban que los equipos detectores de movimiento lanzaran constantes alertas a los equipos de monitoreo, lo que obligaba una y otra vez a verificar que la alarma se disparaba por las obras. Algunos reos, incluso, se habían quejado que el ruido de las obras se oía por las noches.
Según los testimonios, se determinó desactivar los sensores, pues otros mecanismos de monitoreo permanecían activos.
En concreto, se inhabilitaron los radares de penetración terrestre (o excavación de túneles) y de tomografía eléctrica.
Autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmaron a Milenio que iniciaron obras de mantenimiento en las inmediaciones del penal una semana antes de la fuga.
Del 3 al 5 de julio, añadieron las fuentes, Conagua realizó tareas de excavación para sustituir tuberías en el lado opuesto del penal donde se encontraba la celda del Chapo . Un comunicado del organismo detalló que esos días se trabajó con 43 máquinas pesadas como grúas o excavadoras.
El rastro de los planos. Otra línea de investigación que sigue la fiscalía es averiguar cuantas personas estuvieron en posesión de los planos de El Altiplano e, incluso, de otras cárceles federales de máxima seguridad como Matamoros (Tamaulipas), Jalisco o Puente Grande, de donde escapó “El Chapo” en 2001.
El motivo es que el diseño de estos cuatros penales es similar.
Uno de los primeros interrogantes que surgieron tras conocerse la fuga del Chapo Guzmán fue como pudo el narco escapar por un túnel sin activar los sensores de movilidad de la cárcel de máxima seguridad del país. Funcionarios del gobierno federal revelaron la respuesta a Excelsior: estaban apagados desde hacía varias semanas.
El motivo: unas obras de mantenimiento del sistema de distribución del agua potable que se realizaban muy cerca del penal, según reconocieron autoridades de la cárcel ante la fiscalía.
Las obras corresponden a la ampliación del llamado Sistema Cutzamala, que abastece a la capital, y provocaban que los equipos detectores de movimiento lanzaran constantes alertas a los equipos de monitoreo, lo que obligaba una y otra vez a verificar que la alarma se disparaba por las obras. Algunos reos, incluso, se habían quejado que el ruido de las obras se oía por las noches.
Según los testimonios, se determinó desactivar los sensores, pues otros mecanismos de monitoreo permanecían activos.
En concreto, se inhabilitaron los radares de penetración terrestre (o excavación de túneles) y de tomografía eléctrica.
Autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmaron a Milenio que iniciaron obras de mantenimiento en las inmediaciones del penal una semana antes de la fuga.
Del 3 al 5 de julio, añadieron las fuentes, Conagua realizó tareas de excavación para sustituir tuberías en el lado opuesto del penal donde se encontraba la celda del Chapo . Un comunicado del organismo detalló que esos días se trabajó con 43 máquinas pesadas como grúas o excavadoras.
El rastro de los planos. Otra línea de investigación que sigue la fiscalía es averiguar cuantas personas estuvieron en posesión de los planos de El Altiplano e, incluso, de otras cárceles federales de máxima seguridad como Matamoros (Tamaulipas), Jalisco o Puente Grande, de donde escapó “El Chapo” en 2001.
El motivo es que el diseño de estos cuatros penales es similar.