Costa Rica, país reconocido mundialmente por sus políticas en materia ambiental, busca ser líder en la sustitución del plástico de un solo uso por alternativas renovables y compostables, pese a su rezago en materia de reciclaje y gestión integral de residuos.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el país centroamericano se suma a la campaña bajo el lema 'Un planeta #SinContaminación por plásticos', para combatir el uso de este tipo de material que tanto perjudica los mares.
Costa Rica a través de la Estrategia Nacional para la Sustitución de Plásticos de un Solo Uso por Alternativas Renovables y Compostables pretende iniciar un cambio educativo y cultural de manera voluntaria.
La iniciativa se implementa desde el 2017 e involucra el compromiso voluntario de instituciones, empresas, comercio, gobiernos municipales y sociedad civil en general.
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El coordinador de la estrategia nacional, Juan Carlos Piñar, afirmó en entrevista con Efe que Costa Rica necesita cambiar los hábitos de consumo y realizar un trabajo muy fuerte de reeducación y sensibilización para evitar que las personas consuman este tipo de productos de plástico de un solo uso.
'El plástico nos ha llevado a ser la sociedad que somos, vencer la gravedad, aviones más livianos, uso de combustibles, nos rodea en los carros, zapatos y telas, pero el uso indiscriminado se nos está saliendo de las manos y vemos los efectos de residuos de plástico y microfibras con afectación no solo en el medio ambiente y fauna marina, sino en la salud del ser humano', dijo Piñar
'Definitivamente tenemos que hacer un cambio porque nos estamos matando', aseveró.
Los removedores (agitadores), pajillas, contenedores de alimentos de comida rápida, vajillas, cubiertos desechables y bolsas plásticas de empaque, se utilizan menos de 10 minutos y suelen terminar en los rellenos sanitarios donde pueden durar cientos de años en degradarse, pero en muchas otras ocasiones terminan en los ríos y mares.
Costa Rica, pese al reconocimiento mundial por el liderazgo en materia ambiental y protección de la biodiversidad, posee al río Tárcoles, la cuenca más contaminada de Centroamérica y una de las más contaminadas en Latinoamérica, en su mayoría por depósitos de plástico, por lo cual tiene muchos retos por cumplir en sus aguas.
Además, en las playas Guacalillo y Azul, en el Pacífico central, se pueden observar objetos de plástico flotando y lo que más preocupa a los especialistas son las micropartículas de este material de entre 1 y 5 milímetros que se encuentran en la arena o que en el mar los peces confunden con plancton.
Esto contrasta con un país que cuenta con 52,4 por ciento de la cobertura forestal, que protege un 26 por ciento de su territorio nacional, que produce su energía de manera renovable y que solamente recicla el 6,5 por ciento de todos los residuos sólidos.
El oficial de Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Kifah Sasa, destacó en entrevista con Efe que Costa Rica busca implementar una meta ambiciosa con el fin de declararle, de manera asertiva, la guerra al plástico de un solo uso.
'Se debe atender un problema que es evidente, es urgente, por cuestiones de salud, ambiente, liderazgo y de imagen, porque estamos atrasados. Hemos querido hacerlo de una manera asertiva sin dejar nadie atrás, una economía circular y hacer una transición rápidamente y aceptable para la ciudadanía, fomentando la educación y la cultura', afirmó Sasa.
Para las autoridades es necesario sacar de circulación el uso del plástico de solo un uso, que en la mayoría de los casos va a dar a los ríos y mares, donde impacta a las especies marinas, así como a la salud debido a la cadena trófica que termina en la mesa de las personas.
Los expertos además están preocupados por la denominada 'gran mancha de basura del Pacífico', que está compuesta principalmente de material plástico y fango, mide actualmente unos 700.000 kilómetros cuadrados y se extiende entre la costa californiana, rodea Hawai y llega hasta Japón.