Sonolá, Guatemala
Dos presuntos estafadores fueron detenidos esta semana después de ser acusados de aprovecharse de la necesidad de personas enfermas en Santa Lucía Utatlán, Sololá, Guatemala.
'Fueron descubiertos por pobladores quienes los entregaron a la Policía Nacional Civil (PNC)', según el diario Prensa Libre de Guatemala.
Los detenidos fueron identificados como Jesús Damián Tzep (50) y Emiliano Cux (60) quienes le habrían cobrado Q15 mil a Gregorio Can Ortiz (39) a cambio de orar por él para que en termino de tres días caminara de nuevo, ya que se encuentra en silla de ruedas.
Investigación apunta a que los sujetos asistían a la iglesia Príncipe de Paz, en el referido municipio y aseguraban que mediante oraciones realizaban milagros en otras comunidades y que habían sanado a enfermos.
Can Ortiz indicó que quería volver a caminar, por lo que entregó los Q15 mil que le exigían, pero además le pedían un vehículo.
Pero se percató de que el milagro ofrecido no ocurría, llamó por teléfono a los dos detenidos, pero solo recibió amenazas.
Agregó que los presuntos estafadores le comunicaron que se olvidara del dinero, porque su mal era mayor que la cantidad que había dado.
Dos presuntos estafadores fueron detenidos esta semana después de ser acusados de aprovecharse de la necesidad de personas enfermas en Santa Lucía Utatlán, Sololá, Guatemala.
'Fueron descubiertos por pobladores quienes los entregaron a la Policía Nacional Civil (PNC)', según el diario Prensa Libre de Guatemala.
Los detenidos fueron identificados como Jesús Damián Tzep (50) y Emiliano Cux (60) quienes le habrían cobrado Q15 mil a Gregorio Can Ortiz (39) a cambio de orar por él para que en termino de tres días caminara de nuevo, ya que se encuentra en silla de ruedas.
Investigación apunta a que los sujetos asistían a la iglesia Príncipe de Paz, en el referido municipio y aseguraban que mediante oraciones realizaban milagros en otras comunidades y que habían sanado a enfermos.
Can Ortiz indicó que quería volver a caminar, por lo que entregó los Q15 mil que le exigían, pero además le pedían un vehículo.
Pero se percató de que el milagro ofrecido no ocurría, llamó por teléfono a los dos detenidos, pero solo recibió amenazas.
Agregó que los presuntos estafadores le comunicaron que se olvidara del dinero, porque su mal era mayor que la cantidad que había dado.
