Varios miles de manifestantes convocados por las redes sociales iniciaron el jueves en Buenos Aires un 'cacerolazo' contra un plan para una segunda reelección de la presidenta Cristina Kirchner, la violencia criminal y la veda a la compra de dólares.
'¡Salvemos a la República!', rezaba un gran cartel que portaban opositores al frente de una marcha por la avenida Santa Fe de Buenos Aires, en la residencial zona norte, en dirección al céntrico y tradicional Obelisco, epicentro de la concentración.
'#8N. SI a la Democracia. NO a la re-reelección', fue el lema principal del llamamiento, en una demostración que se extendió al extranjero.
Encolumnados sin banderas partidarias y portando sólo celestes y blancas de la nación, la gente alrededor del Obelisco levantó un cartel con la leyenda '¡Basta de matar!', demanda contra los continuos asaltos seguidos de muerte.
Globos aerostáticos blanquicelestes con la leyenda 'Justicia independiente' flotaban por encima de la multitud, cuyas caravanas interrumpieron también el tránsito por la céntrica Avenida Corrientes.
Los mítines fueron convocados también, entre otras ciudades y capitales, en Nueva York, Washington, París, Roma, Madrid, Toronto y Miami.
En Londres, decenas de argentinos golpearon cacerolas y sartenes frente a la embajada en la capital británica.
Kirchner cumplió su primer mandato entre 2007 y 2011, año en el que fue reelegida hasta 2015, pero mientras la Constitución establece que no podrá volver a postularse, sectores oficialistas proponen una reforma para habilitarla.
Una reciente encuesta de la consultora Management & Fit (M&F) reveló que un 80% de la población rechaza la re-reelección de la presidenta, pero detectó que siete de cada 10 argentinos desaprueban también a la oposición.
La inseguridad por la crónica violencia en los asaltos es la mayor preocupación de los argentinos, con un 79,4% de opiniones, delante de la inflación, con 64%, según M&F.
Las elecciones de renovación de la mitad de los diputados y un tercio del Senado se realizarán en octubre de 2013, pero analistas observan difícil o casi imposible que Kirchner obtenga un triunfo de tanta magnitud que le otorgue los dos tercios de las bancas del Congreso necesarios para una reforma de la Constitución.