A la edad de 56 años, la inmigrante Carmen Martínez intentaba cruzar la frontera entre México y Arizona, sin embargo no llegó muy lejos en una zona plagada de torres con cámaras, sistemas de vigilancia móviles, drones, helicópteros y varias patrullas fronterizas que circulan en busca de aquellos que tratan de 'cruzar al otro lado' ilegalmente para 'cumplir el sueño americano'.
La abuelita mexicana fue capturada junto al grupo de personas que la acompañaban, y posteriormente fue deportada a la ciudad de Nogales, en su país de origen, donde sus esperanzas de establecerse en Nueva York se desvanecieron por completo.
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'Tengo que regresar a México', se lamentó. 'Mi papá murió y mi mamá padece de diabetes. Si no regreso no me lo hubiera perdonado. Pero ahora estoy atrapada', dijo al diario británico The Guardian, que realizó una investigación sobre las terribles condiciones que enfrentan los indocumentados al intentar cruzar la frontera de Estados Unidos.
Pero por lo menos está viva. Si Martínez no hubiese sido capturada por la patrulla fronteriza se tendría que haber enfrentado al calor infernal durante el día y a un frío insoportable que impera por las noches en el desierto de Arizona, un panorama difícil incluso para los miles de jóvenes que arriesgan sus vidas para llegar a EUA.
Los Minute man
La trama continúa cuando los llamados “Minuteman” entran a escena. El grupo de civiles caza-migrantes, separan a las familias, obligándolos a tomar las rutas más extremas y peligrosas para cruzar condiciones ambientales extremas como temperaturas de hasta 40 grados centígrados, por lo que muchos migrantes mueren a consecuencia de la sobreexposición al calor.
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En aras, de lograr su objetivo, con rifles AR-15 y custodiados por perros entrenados y vehículos de lujo todoterreno, se dedican a vigilar y reportar a las autoridades movimientos de los indocumentados.
El trágico final
Un video grabado por los reporteros de The Guardian muestra los restos óseos de un migrante sin identificar y del que no se conoce la causa de su deceso. Y es que en el 2014, los restos de hasta 130 indocumentados fueron recuperados de la zona fronteriza de Arizona con México, cadáveres que se acumulan en la morgue, como muestran las imágenes recogidas por el diario británico.
En la cámara frigorífica de la morgue del Condado de Pima, se observan decenas de bolsas con cadáveres o restos sin identificar de los migrantes encontrados abandonados en el desierto de Arizona.
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Los miembros de la organización escriben con plumones indelebles en los garrafones de agua, frases motivacionales en español para los migrantes como: “tenga fe”, “mantenga la esperanza”, “suerte”, entre otras. En el lado mexicano hay voluntarios en comedores gratuitos y centros médicos del lado mexicano para ofrecer un poco de ayuda a los indocumentados. “Es muy dura la vida del migrante”, finaliza el reportaje.