Las autoridades españolas acusaron este lunes a los padres de una menor de 10 años por permitir que mantuviera relaciones íntimas con su novio de 18 años, al que un juez también acusó por un delito de agresión sexual, según informaron medios locales.
Los acontecimientos ocurrieron el verano pasado en la ciudad de Sevilla. El caso salió a la luz luego de que la menor realizara una visita, acompañada de su madre, a una pediatra, donde la mujer pidió información sobre métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual. La doctora informó al juzgado en diciembre pasado después de que el padre le indicara que iba a denunciar al novio por haber abusado sexualmente de su hija.
Según la investigación, los contactos sexuales de la niña ocurrieron en la casa sus padres, argumento por el cual un juez decidió imputarlos, ya que considera que tenían conocimiento de que su hija mantenía ese noviazgo y permitieron que ambos convivieran como pareja en el domicilio familiar a sabiendas de que tenían relaciones íntimas plenas.
El novio declaró en el juzgado que convivió dos o tres meses en la casa de la niña y admitió las relaciones sexuales, aunque dijo que pensaba que tenía 16 ó 17 años. Por su parte, los padres, él español y ella rumana, se acogieron a su derecho constitucional a no declarar cuando fueron citados.
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La niña aseguró, por su parte, que había mentido a sus padres, que éstos no sabían nada de las relaciones que mantuvo y en su lugar les contó -según ella porque tenía miedo- que la habían violado tras ser amenazada con un cuchillo.
