La Fiscalía brasileña denunció al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, y a su hermano José Ferreira da Silva, conocido como Frei Chico, en un nuevo caso relacionado con el supuesto pago de sobornos por parte de la constructora Odebrecht, informaron ayer fuentes oficiales.
El exmandatario y su hermano son acusados de un delito de “corrupción pasiva continuada”, según consta en la denuncia, en la que también fueron incluidos, el patriarca de Odebrecht, Emilio Odebrecht, y su hijo Marcelo Odebrecht, este último condenado ya por otros asuntos de corrupción.
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Según las autoridades, la relación entre ambos data de la década de los 90, cuando la empresa contrató a Frei Chico como consultor sindical para hacer las veces de un mediador entre Odebrecht y los trabajadores.
En 2002, con la elección de Lula como presidente de Brasil, Odebrecht rescindió el contrato con Frei Chico, aunque le siguió pagando mensualmente con el objetivo “de mantener una relación favorable a los intereses de la compañía”.
La Fiscalía constató que esos pagos ilícitos comenzaron en 2003 y solo pararon a mediados de 2015, con la detención, en medio del escándalo destapado en la estatal Petrobras, del exejecutivo de Odebrecht Alexandrino de Salles Ramos Alencar, también denunciado por la Fiscalía en este caso. “Frei Chico recibía personalmente pagos por parte de Alexandrino, para que no hubiera riesgo de exponer a Lula, beneficiario indirecto”, sostienen los fiscales de Sao Paulo.