Trayectoria de Juan Orlando Hernández: captura y juicio

Descubre el camino desde su arresto hasta enfrentarse a un juicio por narcotráfico. ¡Sumérgete en los detalles de este caso histórico y sus implicaciones!

Foto:

El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, durante la juramentación al Parlacen.

mié 31 de enero de 2024

El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, nunca se imaginó que sería capturado dos semanas después de dejar el poder en el que estuvo dos mandatos consecutivos (2014-2022).

Sus cálculos le habrían fallado y fue sorprendido cuando se enteró por medio de un amigo que a Honduras había llegado su solicitud de extradición por parte de la justicia de Estados Unidos que lo investigaba mucho antes del 27 de enero de 2022.

La tarde del 15 de febrero de 2022, Juan Orlando Hernández salió de su casa de Tegucigalpa rodeado de policías, horas después de que se conociera que Estados Unidos lo solicitaba en extradición.

La noticia de su captura se extendió rápidamente por las redes sociales donde habían fotos de helicópteros sobrevolando su residencia en una zona exclusiva de la capital hondureña. Un contingente de policías lo tenían rodeado.

Después fue subido a un vehículo blindado y llevado a una unidad de la Policía Nacional donde fue presentado en su primera declaración preliminar de su proceso de extradición.

La Cancillería de Honduras había remitido a la Corte Suprema de Justicia la comunicación oficial de la Embajada de los Estados Unidos, solicitando formal arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición.

Estados Unidos dijo en ese momento que Juan Orlando Hernández “participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares”.

El exmandatario hondureño está acusado de conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos; dos, usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína; y tercero, de conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración de importación de cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína.

Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Juan Orlando Hernández conspiró para recibir múltiples cargamentos con toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, mediante rutas aéreas y marítimas para llevar las drogas hacia el occidente de Honduras y de ahí hacia la frontera con Guatemala y finalmente a Estados Unidos.

La droga se movilizó “por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos”.

“En total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500,000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos”, reveló la Embajada estadounidense.

Para garantizar que estos envíos masivos de cocaína pasaran con seguridad por Honduras, las mayores organizaciones de tráfico de drogas de la región obtuvieron el apoyo y la protección directa de ciertos funcionarios públicos hondureños prominentes, incluido Juan Orlando Hernández Hernández.

A cambio, estos traficantes pagaron millones de dólares en sobornos a Juan Orlando Hernández y otros funcionarios públicos.

Hizo que miembros de la Policía Nacional y de las fuerzas militares protegieran cargamentos de drogas en Honduras y permitió que se cometieran actos de violencia brutales.

El expresidente hondureño recurrió, incluso, a Joaquín “El Chapo” Guzmán, según denunciaron sus cómplices en Nueva York.

$!Juan Orlando Hernández el día que fue capturado en su casa en Tegucigalpa.

Argumentos de JOH en el juicio

Antes de ser capturado, Juan Orlando Hernández se defendió diciendo que era víctima de los narcotraficantes a los que había combatido durante años.

También remarcó, en su discurso en la ONU, en que pagaba el precio de haberse atrevido a aprobar la extradición de capos y que la oficina antidrogas de Estados Unidos, la DEA, poseía grabaciones secretas que confirmaban su beligerancia contra los grandes cárteles de la droga.

En septiembre de 2021 aseguró que estaba trabajando en la lucha internacional contra el narcotráfico. “Para entender este tema es importante entender que Honduras, hace una década, tenía la tasa de homicidios más alta del mundo. Fuimos el país por donde más pasaba la droga hacia Estados Unidos”.

El exmandatario hondureño rechazó insistentemente los cargos y se proclamaba como el presidente hondureño que más ha combatido a los cárteles con apoyo de las agencias de Estados Unidos, y atribuye los señalamientos a una venganza de los capos procesados en el país norteamericano.

Inicia juicio de Juan Orlando Hernández

El 12 de febrero de 2024 el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, será presentado en su juicio después de ser retrasado en cuatro ocasiones.

Esta vez el juez Kevin Castel nombró a Renato Stabile como abogado adicional del equipo de defensa del hondureño, quien trabajará junto a Raymond Colón, que hasta ahora ha sido el principal abogado defensor de Juan Orlando Hernández desde su extradición.

El juicio contra Hernández (conocido como JOH) será con jurado en el tribunal federal para el distrito sur de Nueva York, y se perfila complicado por el número de acusados y porque junto a JOH serán también juzgados Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, exjefe de la Policía de Honduras, y el expolicía Mauricio Hernández.

La relevancia del proceso recuerda al celebrado en 1992 contra el exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, quien fue juzgado en Miami (Florida), también por narcotráfico, luego de una intervención militar de Estados Unidos ordenada por el entonces presidente George Bush contra el hombre fuerte de Panamá.

$!Arma con el nombre de Juan Orlando Hernández.

Evidencias contra JOH

La Fiscalía de Estados Unidos en el caso del expresidente Juan Orlando Hernández entregó en 2022 un terabit (1,000 GB de información) donde destacan testimonios de personas que utilizará la Fiscalía como declarantes.

En el juicio de Juan Orlando Hernández se espera que la Fiscalía presente a declarar a cuatro testigos colaboradores en el proceso criminal que se le sigue al expresidente hondureño, el exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla y el exoficial Mauricio Hernández Pineda.

El primer testigo es identificado por los fiscales como CW-1, cuyo nombre es Mario Guillermo Mejía Vargas, un exoficial de la Policía Nacional, que se entregó voluntariamente a la justicia de Estados Unidos en 2016, y que se declaró culpable de los cargos, pero llegó a un arreglo para colaborar.

El segundo testigo es Alexander “Chande” Ardón, identificado en el proceso como CW-2. “Chande” Ardón fue el alcalde de El Paraíso, Copán, entre 2006 y 2014, y está involucrado en una mega conspiración de tráfico de drogas.

El tercer testigo es Victor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, identificado como CW-3 y que fue extraditado desde Guatemala.

Y recientemente el juez Kevin Castel aceptó la inclusión de Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, como testigo y que declaría que fue parte de una conspiración para introducir toneladas de cocaína desde Honduras a Estados Unidos con la protección del poder político que gobernó su país desde 2009 hasta 2015.

También la Fiscalía presentará una imagen de una pistola semi automática con el nombre del presidente hondureño Juan Orlando Hernández como evidencia, igual que lo hizo en el juicio contra Tony Hernández, hermano del presidente hondureño.

El arma, una pistola semi automática, tenía también la leyenda ‘Presidente de la República’ y estampada la Bandera Nacional. El arma parece ser una CZ Escorpión EVO 3 S1, fabricada en República Checa.

Estrategia de la defensa de Hernández

La defensa del exmandatario hondureño dijo que la Fiscalía está entregando información fuera de los plazos establecidos, -60 días antes de la fecha del juicio-, alegando estado de indefensión en contra de JOH, ya que el material clasificado debe ser analizado por la defensa previo a su comparecencia ante el juez Kevin Castel.

La información entregada por la Fiscalía solo es conocida por los abogados autorizados por la Corte del Distrito Sur, por lo que califican la información que señala a Hernández como culpable, como “especulación y desinformación”, pues aseguran que no cuenta con un sustento legal.

En el juicio, Juan Orlando Hernández espera que la verdad sea conocida y ratificar su inocencia, como se declaró en la primera audiencia después de ser extraditado a Estados Unidos.

El expresidente Hernández ha asegurado en reiteradas ocasiones que es inocente y que esto solo se trata de “una venganza de narcotraficantes confesos” porque a algunos de ellos su Gobierno los extraditó y porque “buscan reducir su condena” en Estados Unidos.

El juicio de Juan Orlando Hernández se desenvuelve en un contexto político complejo. El expresidente hondureño ha sido una figura polarizante en la política hondureña. Su juicio no solo examina sus acciones individuales, sino que también pone a prueba la capacidad del sistema judicial para abordar casos de corrupción a niveles más altos.

El resultado de este juicio tiene el potencial de tener un impacto duradero en Honduras y en la región centroamericana. Si Hernández es declarado culpable, podría generar un cambio significativo en la percepción de la corrupción y la impunidad en la política hondureña. Por otro lado, una absolución podría desencadenar protestas y cuestionamientos sobre la efectividad del sistema judicial de Estados Unidos.

El juicio de Juan Orlando Hernández representa un capítulo crucial en la búsqueda de justicia y rendición de cuentas en Honduras. A medida que la nación se enfrenta a este hito judicial, se revela la complejidad de equilibrar la aplicación de la ley con las implicaciones políticas.

El veredicto no solo determinará el destino del expresidente, sino que también moldeará la percepción de la justicia y la integridad en el panorama político hondureño. Este juicio trasciende lo individual; es un reflejo de los desafíos y aspiraciones de una nación que lucha por una democracia transparente y una sociedad justa.

Perfil de Juan Orlando Hernández

Juan Orlando Hernández es un político hondureño que ha desempeñado un papel prominente en la escena política de Honduras. Nació el 28 de octubre de 1968 en Gracias, Lempira.

Es miembro del Partido Nacional de Honduras. Comenzó su carrera política en los años 90, llegando a ocupar varios cargos, incluido el de diputado y presidente del Congreso Nacional de Honduras.

Fue elegido presidente de Honduras en las elecciones de noviembre de 2013 y asumió el cargo el 27 de enero de 2014. Su mandato ha sido marcado por una serie de desafíos, incluidos problemas económicos y sociales, así como controversias políticas.

En 2017, Juan Orlando Hernández fue reelegido para un segundo mandato en una elección que generó controversias y protestas debido a alegaciones de fraude electoral. La reelección de Hernández fue permitida después de una polémica decisión de la Corte Suprema de Justicia.