El diputado y médico Carlos Umaña, quien denunció el fracaso en la licitación de medicamentos de parte de la Secretaría de Salud, explicó que a través de las alternativas de compra se abre el riesgo de traer fármacos de mala calidad y sobrevalorados.
El anestesiólogo indicó que tras el fallido proceso para adquirir 429 medicamentos, las alternativas que se plantean abren la puerta a un escándalo de corrupción, a un desabastecimiento o a una compra a la carrera con productos de mala calidad.
¿Qué intenciones cree que hay para declarar fracasado el proceso?
No descarto nada, porque las compras directas han sido un mecanismo bien opaco, un mecanismo corrupto, sobre todo se ha visto en los años electorales que todavía se acrecienta más y lo dice la historia; siempre el último año de un gobierno se ha caracterizado por el incremento de este tipo de situaciones, lo ha hecho el Partido Liberal, el Nacional en su momento, y ahora lo hace Libre; o sea realmente da mucho que decir al respecto.
Las autoridades dieron alternativas para la adquisición de medicamentos, ¿qué riesgos se corren al adquirir los fármacos de esa manera?
Un hospital no tiene la capacidad de pedirle a los laboratorios los estudios de bioequivalencia y biodisponibilidad que deben de tener contra la molécula original del producto a comprar para saber si es un medicamento copia o genérico. No tienen la capacidad para eso, y eso cuestiona la calidad, entonces aparecen compañías de maletín que compran productos en Pakistán, India, China, que son lugares de bajísima calidad. Otra de las cosas, en la mayoría de los hospitales no cuentan con el comprador certificado, que es una persona experta que va a pedir explicaciones y además tampoco tienen un departamento legal para investigar de quién es la compañía.
¿Qué se sugiere para evitar todos esos riesgos?
La sugerencia es un mecanismo de compra directa con veeduría social de organismos nacionales e internacionales. Y los hospitales que van a comprar que haya una veeduría de municipios donde están los hospitales; o sea que la sociedad civil, las iglesias, la academia y los organismos anticorrupción vigilen todo el proceso, porque abrir la puerta a una licitación privada se cuestiona la calidad, la mayoría de veces son medicamentos muy malos, malísimos, son copias, no genéricos, sobrevalorados.
¿Qué denota este proceso de licitación de parte de las autoridades y el personal de la Secretaría de Salud?
Denota la inexperiencia administrativa, así de sencillo, hay un departamento legal en la Secretaría de Salud totalmente inexperto, porque es ese departamento el que descalifica, o es un departamento con línea para descalificar, esa pregunta la debe contestar el pueblo hondureño.