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Suyapa de Martínez, la maestra hondureña que tiene 41 años en las aulas

  • 16 septiembre 2015 /

Gloria Suyapa Villatoro de Martínez celebra hoy un Día del Maestro más.

San Pedro Sula, Honduras.

Tiene una carrera de docente universitaria tan extensa e intensa como su vida junto al hombre que el destino le dio por esposo. La profesora Gloria Suyapa Villatoro parece haber nacido destinada para impartir sus conocimientos de bióloga en las aulas universitarias al lado de su esposo y colega, Carlos Martínez.

Se conocieron en la adolescencia, cuando ambos eran estudiantes del instituto Central Vicente Cáceres de Tegucigalpa, y desde entonces sus carreras han corrido en forma paralela.

Juntos ingresaron a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), donde estudiaron la misma carrera como si estuvieran compitiendo.

Ambos se pagaban sus estudios trabajando como instructores de laboratorio de la Unah. Orientaban a los otros estudiantes de Biología, pero también tenían que lavar tubos de ensayo y asear el local.

Después que se graduaron se casaron y como si el destino se empeñara en mantenerlos unidos, a los dos se les abrieron las puertas para trabajar en la Unah-vs.

Foto: La Prensa

Con su esposo estudiaron juntos desde el colegio.
A Tegucigalpa los fue a contactar expresamente el licenciado Aníbal Delgado Fiallos en 1978, cuando era director del entonces Centro Universitario Regional del Norte, para que dirigieran el laboratorio que él estaba incubando en San Pedro Sula.

Ella fue jefa de su esposo como encargada del laboratorio y en otra ocasión, su subalterna, porque él llegó a ser el director del Curn. Sin embargo, “en la casa la que manda siempre soy yo”, dice bromeando la docente.

Ambos obtuvieron una maestría en Ciencias Biológicas en Brasil, donde estudiaron durante dos años y medio.

Gloria Suyapa Villatoro nació en el campo bananero de Batán, donde hizo los primeros tres grados de educación primaria. “Aunque era hija del mandador, en la escuela todos éramos iguales”, recuerda la profesora. Terminó sus estudios primarios en una escuela de El Progreso, alejada de sus padres porque estos se quedaron en el campo.

Foto: La Prensa

Cuando ella ganaba el primer lugar por sus calificaciones, Carlos, que no se quedaba atrás, le reprochaba con cariño: “nunca me das oportunidad”, según comenta.
La abuela de la casa donde fue hospedada la levantaba a las 4:00 am para que se bañara y luego se pusiera a estudiar bajo su tutela.

Su esposo ya se jubiló y ella acaba de tomar la decisión de retirarse de las aulas tras 41 años de educar a miles de hondureños. Muchos de sus exalumnos son destacados profesionales con hijos estudiando en la Unah-vs, por eso es frecuente que algunos estudiantes le den saludos de parte de sus progenitores y le recuerden que ella les dio clases. Actualmente es la catedrática con más años de servicio en la Unah-vs.

Su labor docente no se reduce a las aulas y los laboratorios. Con la participación de sus estudiantes ha llevado esos laboratorios a sectores marginales para que los escolares tengan conocimientos básicos de su funcionamiento. Estudiantes de bajos recursos también se han visto beneficiados con cuadernos y mochilas hechos con material reciclable por parte de los universitarios.

Como parte de los proyectos de reforestación en las áreas rurales “hemos sembrado hasta 1,700 árboles en un solo día”, comenta orgullosa.

Foto: La Prensa