Varias comunidades en el municipio de Yoro quedaron enlutadas y envueltas en el dolor tras el accidente en que murieron 17 personas que iban en un microbús tipo Cóster de Transportes Garmendia que chocó con un camión de Bomberos el pasado viernes.
En diferentes aldeas yoreñas hubo un total de seis entierros distintos en los que se sepultó a 10 personas.
Desgarradores llantos, lamentos, incredulidad y dolor embargó a las familias que ayer todavía no podían creer la tragedia que se dio en una carretera de tierra en el sector Platanares, de Yoro.
Uno de los casos que más ha impactado y conmovido es el de una familia en la que murieron cinco miembros en el accidente.
“¡Perdí todo! ¡Perdí todo! ¿Por qué pasó esto, Dios mío? ¡Me han quitado todo!”, gritaba desesperado entre el llanto durante el entierro de sus hijos y esposa Geovanny Aguilar, quien sobrevivió al fatal accidente, pero perdió en el incidente a su padre, el pastor José de la Cruz Aguilar (58), su madre, la pastora Digna Elba Cabrera de Aguilar, su esposa Merlyn Contreras (26) y sus hijos Ángel Aguilar (3) y Rocío Aguilar (7).
Primero sepultó a sus hijos y esposa en el cementerio de la aldea Las Lomitas, Yoro, y más tarde tuvo que ir hasta la aldea Ayapa, Yoro, a enterrar a sus dos padres, que eran pastores de la iglesia Ministerio Internacional.
Los cinco miembros de esta familia fueron velados el viernes pasado en la iglesia Ministerio Internacional de Las Lomitas, pero luego fueron enterrados en diferentes aldeas.
Emilson Alexis García, primo hermano de la extinta Merlyn Contreras, habló sobre la muerte sus parientes fallecidos. “Merlyn la conocí desde pequeña y siempre fue tranquila, una persona humilde y estudiosa. La niña, Rocío, era muy alegre y educada, iba bien en la escuela. El más pequeño, Ángel era un niño muy servicial y juguetón. Esta tragedia nos rompió el corazón”, expresó Emilson García.
Geovanny Aguilar lloraba desconsoladamente al ir al sepelio de cada uno de sus seres amados.
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Conmoción
Fueron tantos los muertos de la comunidad en el accidente del viernes anterior, que al mismo tiempo que estaban siendo enterrados los dos niños y la joven, también otras familias sepultaban a sus seres queridos en el cementerio de Las Lomitas, Yoro.
También en el camposanto enterraron ayer a Florinda Azucena Urbina (47), quien también era pastora en una iglesia de la aldea. Además también fueron sepultadas casi a la misma hora Crecencia Rodríguez (56) y su sobrina Ismar Meléndez Rodríguez de solo cinco años, quienes también murieron en el trágico choque. En el mismo cementerio, muy cerca de estos entierros, también fue sepultada Zunilda Hernández (38).
Despiden a los pastores. Los pastores José de la Cruz Aguilar Barahona y su esposa, la pastora Digna Elba Cabrera de Aguilar, fueron sepultados horas después en el cementerio de la comunidad Ayapa, Yoro.
Cientos de personas llegaron al velorio en la comunidad y luego acompañaron en una multitudinaria procesión los cuerpos hasta ser enterrados.
La familia del pastor José de la Cruz Aguilar, quien perdió la vida con su esposa, nuera y nietos, es una de las más golpeadas por la tragedia que estremeció a los hondureños la mañana del viernes.
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En el cementerio de Las Lomitas, Yoro, fue sepultado ayer Lauriano Gómez (62) entre lágrimas y conmovedores gritos de dolor.
“Nadie está listo para tanto dolor, pero no podemos hacer nada ahora. Él era un gran hombre y estamos orgullosos de su vida”, dijo Fabian Gómez, hijo de Lauriano.
Durante las palabras antes de enterrar a su padre, Fabián destacó su entrega a la religión.
El entierro estuvo lleno de drama y contó con la presencia de decenas de personas.
“¡Abuelito no te vayas! Nos dejas solos. Ya no te volveremos a ver”, decían llorando los nietos de Lauriano Gómez, quien pereció en el mortal choque en Platanares, Yoro.
“No hay consuelo”
Zunilda Hernández fue enterrada en el camposanto de Las Lomitas, Yoro, al mismo tiempo que eran sepultadas varias otras víctimas del accidente ocurrido el viernes anterior en Platanares, Yoro, donde murieron 17 personas en total. “No hay consuelo para estas familias.
No hay palabras que calmen una pena tan grande. Ver tantas vidas perdidas es demasiada tristeza”, expresó Mario Joel López, pastor de la iglesia evangélica Príncipe de Paz, quien acompañó a las familias dolientes.
El religioso dijo que varias comunidades de Yoro quedaron impactadas y dolidas con las muertes. “Una tragedia así no se había visto. Solo aquí (Las Lomitas) tenemos cinco entierros”, dijo el pastor López.