Que los turistas llegaran de todo el mundo, se hospedaran por tres días en los hoteles de montaña o pequeños hostales de los pueblos, que compraran artesanías e hicieran senderismo.
Luego que disfrutaran de las aguas termales, o sencillamente que tuvieran la opción de tomar un vuelo exprés para disfrutar de las bellas playas de Roatán y luego alzar vuelo a otros destinos como Cancún o Belice.
Ese era el sueño y uno de los objetivos por los que Honduras se unió a la Organización Mundo Maya.
Treinta años después, los vestigios mayas siguen en pie, los hoteles se renuevan y los destinos han mejorado su oferta, pero los turistas que se esperaban lastimosamente no llegan.
A fin de repotenciar ese plan y reactivar la industria sin chimenea a escala global, Honduras dio el primer paso para traer a la vida la entidad regional que nació con la idea de aprovechar el potencial turístico heredado por la civilización precolombina.
Cuando Mundo Maya nació en 1992 el objetivo era atraer a visitantes de todo el mundo a que se maravillaran con las estelas, escalinatas y toda la historia y cultura ancestral.
Experto
David Hernández, director de IATA para CA:
“Es importante hacer una revisión con pinzas de los acuerdos para poder sacar propuestas”.
Pero no solo a las Ruinas de Copán en Honduras, también a las zonas arqueológicas del sur de México, Guatemala, El Salvador y Belice donde esta cultura también se asentó.
A fin de aprovechar los acuerdos y tratados que ya existen, y en vista del impacto que la pandemia de covid causó al turismo mundial, el objetivo es reestructurar los planes que pasan fundamentalmente por mejorar la conectividad aérea.
Para tal fin, Copán Ruinas fue sede del Foro de Política Aérea donde autoridades de turismo, aeronáutica, migración, aduanas y empresarios de los cinco países acordaron firmar la “propuesta de política de cielos abiertos” que se estará elevando para su aprobación en la reunión de ministros de los países que forman parte de la organización.
Los retos
Al término del encuentro que congregó a más de 100 representantes de todos los rubros ligados al turismo se dejaron claras las aristas que se deben sortear para poder impulsar el Mundo Maya.
La más crítica es atraer a aerolíneas para que operen en la región y destrabar una serie de restricciones y protocolos que ralentizan esta posibilidad.
Rony Rodríguez, director de la aerolínea Volaris Centroamérica, considera crucial activar el turismo multidestinos, sin embargo, eso pasa por hacer que todas las temporadas del año sean altas para que se genere una mayor derrama económica.
Todo eso dependerá de facilitar procesos aduaneros, migratorios, reducir los impuestos de salida, crear la visa única, entre otras que enumeró.
“Redefinamos el concepto de cielos abiertos. Cambiemos los impuestos de salida, pero sin afectar los aeropuertos, porque necesitamos aeropuertos de calidad. Si un país no entiende que la derrama económica es más fuerte que esos impuestos, nada de lo que planteemos va a pasar”.
Explicó que en esa perspectiva, se necesitan siete vuelos adicionales semanales en Costa Rica para compensar la derrama económica de esos ingresos aeroportuarios que se dejarían de percibir, cuatro en El Salvador y cinco en Honduras. “Le aseguro que las aerolíneas se los ponemos ya para compensar eso”.
Además
Honduras tiene la presidencia pro tempore de la organización Mundo Maya. El foro lo organizó la Secretaría de Turismo.
Los acuerdos
A fin de aterrizar las propuestas, del foro surgieron ocho recomendaciones.La primera es solicitar a los ministros de Turismo de la región incidir ante las autoridades competentes para que se autorice que los vuelos que se desarrollen en la región del Mundo Maya y CA-4 sean considerados vuelos domésticos.
Además, solicitar a los ministros de Turismo que se autorice una tarifa única diferenciada de 15 dólares para todos aquellos pasajeros que tengan origen y destino a un país de Centroamérica. Solicitar que se pueda considerar la disminución de las tasas aeroportuarias tal cual lo recomienda el Banco Mundial.
Añaden que es crucial pedir que se facilite la migración en las fronteras eliminando los requerimientos vigentes.
También demandan eliminar la restricción del tamaño y tipo de aeronave, dejándola que sea conforme a la capacidad de la infraestructura de los aeropuertos donde se opere, y añaden que se mantenga la prohibición del cabotaje.
Experto
Rony Rodríguez, director, Volaris Centroamérica:
“Han pasado 30 años y no ha pasado nada. se tienen que abrir puertas, no poner candados”.
Pasos clave
David Hernández, gerente para Centroamérica, Ecuador y Venezuela de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), señaló que la aeronavegabilidad de la región y el mundo sufrió pérdidas enormes a raíz de la pandemia del covid-19.
Aunque la situación se está normalizando poco a poco, expuso los retos que enfrenta el istmo en términos de operaciones áreas.
A fin de potenciar la competitividad, recomienda que se apruebe que los vuelos “intra Centroamérica” se cataloguen como domésticos, que se reduzcan los impuestos de salida, que se potencie el tráfico de viajeros en la región e impulsarla como multidestino.
Expuso experiencias exitosas de Colombia y Chile, donde adoptaron medidas para reducir los impuestos de salida, lo que generó un impacto positivo con la llegada de más visitantes internacionales.
“En 2015, Colombia decidió reducir el impuesto de salida de $92 a $38 en el Aeropuerto de Cartagena. Eso representó 38% más visitantes. Chile modificó en 2018 el reglamento de tasas y derechos aeronáuticos y se redujo la tasa de salida de $30 a $26 y la tasa doméstica en un 20%. Eso le significó un 12% más de pasajeros.En Honduras se pagan $45.97, que contempla la tasa de servicios migratorios y la de salida internacional que cobra la concesionaria de las terminales aéreas en el país”.
Tráfico aéreo regional
En términos generales, Iata es la asociación gremial de las líneas aéreas.Tiene 290 aerolíneas miembro y conforma el 82% del tráfico aéreo mundial.
El transporte aéreo contribuye con 7.6 millones de empleos y $187,000 millones al PIB en Latinoamérica. En cuanto a Centroamérica, el rubro genera 850,000 empleos y aporta $17,900 millones a la economía de formas directa e indirecta.
Solo en Honduras, genera 100,000 empleos sustentados, mientras que contribuye con $867 millones en valor agregado bruto al PIB, según el dato hasta 2017.
Como consecuencia de la pandemia por covid, la región de Norteamérica, que en abril de 2019 tenía 8,898 rutas, perdió a abril de 2021 un total de 2,092 rutas, quedando en 6,797. De ahí a abril de 2022, la pérdida se ha reducido a 839 rutas para dejar operables 8,059.
En Latinoamérica, en abril de 2019 había 3,899 rutas, pero en abril de 2021 se perdieron 1,261 rutas, dejando activas 2,638.
En la actualidad, a abril de 2022, la pérdida se ha reducido a 453 rutas estando vigentes 3,446 rutas.
En lo referente a Centroamérica, la conectividad con países de Europa y el resto de América se ha ido recuperando a mayo de 2022 con relación al mismo periodo de 2019.
De 386 quedaron 246 rutas (-33.1%), ello equivale a la pérdida del 26% de frecuencias, ya que se pasó de 30,200 a 22,000.
En cuanto a la conectividad entre países del istmo, había 185 rutas y quedaron 101 (-46.5% respecto a 2019), mientras que las frecuencias cayeron de 21,200 a 13,400 (-36.5% versus 2019).
