Tegucigalpa
La crisis en el sistema penitenciario nacional ha abierto la posibilidad de que miles de reos puedan dejar los centros penales al ser beneficiados bajo la figura del indulto o la preliberación.
Luego de la intervención administrativa de la que han sido objeto los reclusorios, principalmente los denominados de máxima seguridad, uno de los aspectos a valorar para darle un giro a la crisis es solucionar el tema del hacinamiento.
Este podría solucionarse, en parte, con liberar un poco los penales de la sobrepoblación que existe en ellos, sin embargo, versados en materia de derecho coinciden en que debe de ser algo de mucho análisis.
“Hay muchos privados de libertad que se les tiene que revisar sus expedientes. El indulto obviamente tiene que ser revisado, no es que simplemente van a abrir los portones. Es importante que se haga de manera bien organizada”, argumenta Lester Ramírez, de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ).
Según el director de Gobernanza y Transparencia de la ASJ, es una medida idónea viendo el objetivo que se persigue.
“Se hace en todos los países, pero se tiene que revisar cuáles son los delitos y si algunos están a punto de cumplir sus penas”.
Por otra parte, Melissa Elvir, de la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (Foprideh), dice que el hecho de poner en libertad a miles de convictos aliviaría el hacinamiento, pero “hay que medir las consecuencias de presentar esos indultos. Cuáles van a ser las consecuencias para la ciudadanía; no es solamente el hecho de liberar las cárceles, es el hecho de cómo se van a incorporar a la sociedad estas personas”.
