Tegucigalpa, Honduras.
En al menos seis colegios de la capital, elementos de la Policía Militar se desplazan por los pasillos y alrededores de los establecimientos de segunda enseñanza con el objetivo de dar seguridad, pues se considera que se han infiltrado las maras entre los estudiantes.
Estos son los institutos Técnico Luis Bográn, Jesús Aguilar Paz, Saúl Zelaya Jiménez, Técnico Honduras y Héctor Pineda Ugarte. El instituto Central Vicente Cáceres tiene presencia de uniformados a solicitud de las autoridades de la Secretaría de Educación, después de que se registró la muerte violenta de dos alumnos de este centro educativo.
La permanencia de los militares en los colegios inicia desde muy temprano y se extiende hasta la noche, cuando han finalizado las labores educativas de la jornada nocturna.
El profesor Hernán Fuentes, director del instituto Saúl Zelaya Jiménez, explicó que en este centro educativo la presencia de militares es de lunes a viernes desde las 6:00 am hasta las 10:00 pm.
Mientras que los sábados es desde las 6:00 am hasta horas del medio día, pues los alumnos y maestros llegan a realizar una serie de actividades.
“Aquí todo está tranquilo, se pueden registrar actos delictivos en las afueras, pero aquí gracias a Dios no tenemos problemas”, reiteró el maestro. Sin embargo, demanda de las autoridades de Educación que les asignen personal de vigilancia porque carecen de este servicio desde hace varios años.
En el instituto Jesús Aguilar Paz, los militares se observan en los pasillos y andan entre los estudiantes.
“Con la presencia de los agentes hay mayor seguridad. Vengo por mi hija para evitar problemas porque no ha tenido inconvenientes”, dijo Amalia Lobo, una madre de familia.
En al menos seis colegios de la capital, elementos de la Policía Militar se desplazan por los pasillos y alrededores de los establecimientos de segunda enseñanza con el objetivo de dar seguridad, pues se considera que se han infiltrado las maras entre los estudiantes.
Estos son los institutos Técnico Luis Bográn, Jesús Aguilar Paz, Saúl Zelaya Jiménez, Técnico Honduras y Héctor Pineda Ugarte. El instituto Central Vicente Cáceres tiene presencia de uniformados a solicitud de las autoridades de la Secretaría de Educación, después de que se registró la muerte violenta de dos alumnos de este centro educativo.
La permanencia de los militares en los colegios inicia desde muy temprano y se extiende hasta la noche, cuando han finalizado las labores educativas de la jornada nocturna.
El profesor Hernán Fuentes, director del instituto Saúl Zelaya Jiménez, explicó que en este centro educativo la presencia de militares es de lunes a viernes desde las 6:00 am hasta las 10:00 pm.
Mientras que los sábados es desde las 6:00 am hasta horas del medio día, pues los alumnos y maestros llegan a realizar una serie de actividades.
“Aquí todo está tranquilo, se pueden registrar actos delictivos en las afueras, pero aquí gracias a Dios no tenemos problemas”, reiteró el maestro. Sin embargo, demanda de las autoridades de Educación que les asignen personal de vigilancia porque carecen de este servicio desde hace varios años.
En el instituto Jesús Aguilar Paz, los militares se observan en los pasillos y andan entre los estudiantes.
“Con la presencia de los agentes hay mayor seguridad. Vengo por mi hija para evitar problemas porque no ha tenido inconvenientes”, dijo Amalia Lobo, una madre de familia.
