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Pepe Lobo: Unidos venceremos la adversidad

  • Actualizado: 28 enero 2010 /

Los planes de Porfirio Lobo Sosa para fortalecer la educación, salud, seguridad y justicia y combatir la corrupción fueron reiterados en su primera disertación como el mandatario electo. Discurso de Porfirio Lobo

“Es un cargo que dura cuatro años. Ni un día más, ni día más, ni un día más”. El presidente Porfirio Lobo Sosa lo recalcó tres veces, como si espantara los fantasmas del último mandatario que dijo lo mismo hace cuatro años y que en la práctica estuvo a punto de hacer lo contrario.

Lobo Sosa se convirtió ayer a las 11.20 de la mañana oficialmente en el nuevo jefe de Estado de los hondureños.

Durante el inicio de su discurso dedicó más de 10 minutos a dar gracias, las 20 veces que lo hizo fue para no olvidar a nadie, incluso a los que no votaron por él. En su discurso también plasmó los pilares en los que fundamentará su gobierno basado en la doctrina social cristiana que no excluye a nadie.

“¡Seré el presidente para todos porque Honduras es de todos, Honduras somos todos!”, reiteró con frecuencia al reconocer que su camino no ha sido fácil, porque recién se dejó atrás “la peor crisis política de nuestra historia democrática”.

Los principales fragmentos de su primera disertación como mandatario los leerá a continuación:
(...) “Honduras abre sus brazos amigos a todos los pueblos del planeta, sea cual fuere su orientación política, su raza o su religión.

Bienvenidos todos, aquí encontrarán un pueblo sincero y amable que les abre calurosamente sus brazos y sus corazones. Deseamos que la reconciliación nacional se extienda a una reconciliación con la comunidad internacional.

El proceso electoral que culmina hoy aquí se inició hace más de un año, mucho antes del comienzo de la crisis.

Éstas fueron las elecciones más concurridas, más supervisadas y más transparentes en toda la historia democrática de Honduras, mis felicitaciones al Tribunal Supremo Electoral (...).

Pero los votos de quienes votaron por nosotros y de aquellos que no lo hicieron, todos cuentan, no hubo vencedores ni vencidos sólo un ganador: Honduras.

Cada voto emitido por un hondureño es un compromiso, una obligación para nosotros.

Hoy iniciamos un gobierno con la participación de todos los partidos, a los que agradezco por haber aceptado formar parte de él.

Gracias Bernard Martínez, gracias César Ham, gracias Elvin Santos, gracias Felícito Ávila, Honduras por siempre agradecerá su voluntad, magnanimidad, humildad y sobre todo su profundo amor a la patria.

Hoy ya no existen los colores políticos en el gobierno, hoy todos somos Honduras”.

Amnistía y Comisión de la Verdad

El mandatario prosiguió: “El soberano Congreso Nacional aprobó la amnistía para los delitos políticos, ése es el principio de la reconciliación, el perdón de parte del Estado para perdonarnos todos(...)”.

Dejo bien claro que la amnistía se refiere únicamente a los hechos de orden político.

“Seguiremos adelante con el acuerdo San José-Tegucigalpa e instalaremos cuanto antes la Comisión de la Verdad, porque es justo que el pueblo y el mundo sepan la realidad de los eventos previos, durante y posteriores al 28 de junio.

La familia hondureña empieza a reconciliarse hoy, el país marcha por la ruta del entendimiento en busca de la unidad nacional. Hemos superado los desacuerdos, dejamos el pasado atrás y sólo vemos hacia adelante, hacia un horizonte brillante y prometedor.

Hoy es el día en que quedará en firme, aquí, ante la presencia de todos ustedes, el Plan de Nación que llevará a Honduras por la ruta del desarrollo y la prosperidad durante los próximos 28 años.

Hoy se inicia una nueva era en nuestra historia. Hoy se comienza a escribir una nueva página cuyas letras y palabras hablarán de dignidad de la persona humana, bien común, solidaridad y subsidiariedad, poniendo siempre a la persona humana como la base de la sociedad y el objetivo primario del gobierno, siguiendo los preceptos del humanismo cristiano.

Nunca debemos olvidar las palabras del viajero de la paz que nos visitó hace algunos años. Juan Pablo II nos dijo: ‘No se construye una sociedad justa sobre la injusticia’.

Compatriotas, no se puede avanzar hacia el futuro sin curar primero las heridas del pasado. Tampoco se puede pedir a un pueblo que se juegue la vida por la democracia si tiene hambre. Por esa razón Honduras ha buscado el camino de la reconciliación.

Hoy empezamos a caminar por una nueva ruta de responsabilidad que buscará, por sobre todas las cosas, proporcionar una mejor calidad de vida a todos los hondureños. Porque la riqueza de una nación no se puede medir por lo que gana el que más tiene, la riqueza de una nación se mide por la calidad de vida del que menos tiene.

Ya no podemos permitir que ninguna familia vaya a la cama con el estómago vacío porque sus padres no pueden encontrar un empleo decente y digno.

Y no se puede pedir al pueblo que se juegue la vida por la democracia si no hay fortalecimiento de la cohesión social”, añadió.

Crisis financiera y realidad

Para entrar en materia financiera, Lobo Sosa recordó que en 1982 el 20% más pobre tenía el 3% del ingreso y el 20% más rico, casi el 60%. “28 años después estamos mucho peor”, prosiguió.

“La calidad de vida del hondureño tiene que mejorar y pueden estar seguros que va a mejorar. No será fácil, recibimos un país con serios problemas financieros, con una inmensa, casi inmanejable, deuda externa y una deuda interna desbocada.

Además, debido a la crisis política Honduras ha dejado de recibir más de dos mil millones de dólares en ayuda y financiamiento exterior.

Visto de otra manera, con dos mil millones de dólares podríamos comprar todas las medicinas necesarias, para todos los hospitales públicos, para un período de 20 años. Para nosotros esos dos mil millones de dólares son una cifra enorme.

Una de nuestras ofertas de campaña, el bono diez mil, que llegará a las 600 mil familias más pobres, se empezará a aplicar de inmediato.

Se encuentran atascados en el pasado los sistemas de salud.

La desnutrición y la falta de prevención atacan sin misericordia los sectores más pobres y desprotegidos.

Eso tiene que cambiar, la salud del pueblo tiene que mejorar desde el área preventiva hasta el tratamiento final.

De igual manera tenemos que mejorar la educación.

Espero la mejor relación con los maestros, de parte del Estado haremos lo que nos corresponde, yo les pido en este día a mis amigas y a mis amigos los maestros que hagamos lo justo, no es posible que mientras en las escuelas y los colegios privados tienen 200 días de clase, en las escuelas y los colegios públicos tienen 100. De nuevo así como en la crisis política, el que no tiene culpa es el que paga.

La educación de un pueblo se mide por la cantidad de niños de familias pobres que ingresan a las escuelas primarias y que finalmente tienen la oportunidad de acceder a estudios superiores y graduarse en universidades e institutos técnicos.

Y la palabra clave es esa: oportunidad... Así como la justicia de una nación no se mide por la cantidad de leyes, jueces, fiscales, abogados, policías o cárceles que existan. La justicia de una nación se mide por la forma en que es aplicada de manera rápida e imparcial a todos sus ciudadanos.”

Duro con los corruptos

Lobo Sosa fue contundente en cuanto a no tolerar la corrupción.

“Combatiré la corrupción en todos los niveles, desde el puesto más sencillo hasta el más alto funcionario. La mejor forma de combatir la corrupción es terminando con la impunidad. Los corruptos deben ir a dar a la cárcel y punto...

Los retos que enfrentamos, los desafíos que yacen en el camino, son quizá los más grandes que ha tenido Honduras en los últimos cien años, pero lejos de sentir temor o dudas, estamos seguros de que saldremos victoriosos. (...)

Debemos ver hacia atrás para no olvidar jamás de dónde venimos, pero tener muy clara nuestra visión de hacia dónde vamos en el concierto de las naciones, en un mundo globalizado de grandes oportunidades.

El pueblo hondureño unido puede enfrentar los retos de los tiempos, así como puede resistir huracanes, terremotos y la peor crisis financiera mundial que se ha visto en más de cincuenta años. (...)

Debemos volver la vista al campo...

Tenemos todo lo necesario para producir nuestros alimentos: granos, legumbres, café, verduras y exportar al mundo; ¿quién dice que no se puede? Sólo hacen falta voluntad y decisión.

Honduras entera espera ser plantada por todos nosotros; en los campos, en los talleres, en las fábricas, en las escuelas y colegios, en las oficinas.

Honduras espera la semilla de nuestras ideas y esfuerzo, el abono de nuestro trabajo y el agua poderosa de nuestra visión y amor a la patria.

Veremos entonces que Honduras será generosa, Honduras nos dará cosechas abundantes y ricas. Honduras proveerá bienestar para todos sus hijos.

Debemos atraer la inversión extranjera, serán bienvenidos todos. Nuestro fundamento es la economía social de mercado en lo económico y la democracia en lo político. La libertad, la verdad, la justicia y la caridad son nuestros valores fundamentales.

Aquí les espera un pueblo trabajador y sincero, sonriente, lleno de esperanza y optimismo.

Estamos abiertos al turismo, tenemos playas incomparables, magníficos arrecifes coralinos, ruinas milenarias, mar, 365 días de sol, bellísimas playas y una cantidad inagotable de sonrisas amables de su gente encantadora, deseosa de atender a todos los visitantes.

Nuestra extraordinaria posición geográfica favorece las exportaciones a todo el mundo. Les invitamos a conocer las grandes facilidades e incentivos que ofreceremos en la nueva ley de protección y promoción a la inversión extranjera que pronto someteremos a la voluntad del Congreso Nacional.

Hoy acepto con humildad este honroso cargo, consiente de las enormes dificultades del presente y de los difíciles momentos que tendremos en el futuro. Pero también lo acepto sin la menor duda de que unidos sabremos superar todos los obstáculos, vencer la adversidad y salir adelante.

Es un cargo que dura cuatro años, ni un día más, entregaré puntualmente a mi sucesor, guardando respeto absoluto a las leyes, según lo he jurado ante nuestra sagrada Constitución y ante ustedes.

El éxito de un presidente sólo se puede medir por la forma en que mejora la calidad de vida de todos los ciudadanos, especialmente la de los más pobres(...) Un cambio que marcará una nueva ruta de desarrollo, progreso, justicia social y seguridad en un ambiente de unidad nacional. ¡Hoy empieza el cambio ya! ¡Hoy empieza el cambio ya!

Dios nos ayudará a lograrlo, Dios nos bendiga a todos, Dios proteja a nuestra amada Honduras. Adelante Honduras, adelante porque Honduras es de todos, Honduras somos todos. ¡Muchas gracias!”.