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Panorama desolador en la capital después de las lluvias

  • 05 mayo 2013 /

En Los Jucos, los afectados comenzaron a rescatar del lodo los pocos enseres.

Poco a poco los capitalinos van recuperándose de la pesadilla que vivieron el pasado jueves cuando una tormenta eléctrica dejó al descubierto una vez más la vulnerabilidad ante los fenómenos naturales a la que se encuentra expuesta la ciudad.

Después de la tempestad hay zozobra, especialmente para las familias que habitan en las zonas que resultaron severamente afectadas.

En el barrio Morazán, en el popular sector conocido como Los Jucos y que en los últimos años ha sido imposible que se escape de los embates de la naturaleza, los vecinos desde tempranas horas de ayer comenzaron actividades de limpieza.

No pocos como Elba Mercedes Díaz trataban de recuperar algunos de los enseres que las embravecidas aguas de la quebrada La Orejona les arrebataron. Su rostro, donde se dejan ver las huellas del cansancio por las noches que ha pasado en vela, se iluminó luego de conocer que el presidente Lobo se ha interesado por ofrecerle ayuda.

“Mis problemas se acabarían si mi familia, que depende de mí, y yo pudiéramos salir a un lugar seguro. Le agradezco al Presidente su ayuda, ojalá que se haga realidad y sea antes de que él entregue la Presidencia”, declaró la afectada.

Otros vecinos aprovecharon para dejar libre de lodo los colchones de sus camas y los muebles, así como poner a prueba los electrodomésticos para ver si continuaban funcionando.

Se informó además que las familias afectadas y que fueron trasladadas al albergue habilitado en la escuela Manuel Soto han decidido regresar a sus hogares.

A la residencial Lomas del Guijarro se trasladaron cuadrillas de las microempresas de barrido de la Municipalidad, que se ocuparon de retirar los escombros de los árboles caídos el día que se reportó la vaguada.

“Ha sido preciso trasladar 15 personas al sector de Lomas del Guijarro para hacer la limpieza de las ramas de los árboles que se cayeron y que obstaculizaban las calles”, informó Dagoberto Padilla, jefe de Microempresas de Barrido de la comuna. Mientras tanto, las autoridades del Cenáculo School solicitan el apoyo de una entidad de socorro para que les ayuden a retirar los escombros que mantienen invadida la calle, luego de la caída de 30 metros de muro perimetral.

Prevención

Como parte de las labores preventivas contempladas dentro del programa Yo hago mi parte, el alcalde Ricardo Álvarez entregó raciones de alimentos a los pobladores que participan en el mismo.

Las actividades consisten en la limpieza de cunetas, tragantes y orillas de las quebradas con el objetivo de evitar inundaciones en zonas vulnerables y afectadas por las fallas geológicas.

Ayer se visitó a los vecinos del barrio La Cabaña que realizan actividades de prevención de inundaciones y deslizamientos en su comunidad.