El padre Leopoldo Serrano, recordado por su caminata de ocho días y 234 kilómetros entre San Pedro Sula y Tegucigalpa en junio de 2024, volverá a lanzarse a la carretera. Esta vez no lo mueve una obra inconclusa, sino el profundo desencanto por la crisis política que sacude al país.
“Hoy he decidido iniciar una nueva caminata hacia Tegucigalpa con el propósito de pedir a los presidenciables iniciar un diálogo sereno. Voy a comenzar —la caminata— desde Copán el viernes 8 de agosto”, confirmó a LA PRENSA el sacerdote.
En un mensaje dirigido a los aspirantes a la presidencia de Honduras, el padre Serrano expresó: “Paz y bien. Sigo preocupado por todo lo que se oye, por eso te pido que nos reunamos para dialogar y regalar paz al pueblo. Yo voy a sacrificarme caminando para que Dios nos dé sabiduría y poder encontrarnos en diálogo.
No estoy en contra de ningún partido político; los partidos políticos son necesarios para la democracia. Estoy dispuesto a morir en la calle, porque soy consciente de mi frágil corazón. Espero que mientras yo camine, tomen la decisión todos los presidenciables de iniciar un diálogo sereno y respetuoso. Bendiciones. Padre Leopoldo Serrano”.
El padre Serrano fue operado a causa de una insuficiencia en la arteria aorta (válvula).
“Me la cambiaron, abrieron aquí el esternón, sacaron el corazón, lo desconectaron y lo abrieron y conectaron una válvula mecánica. Yo no me parezco contigo, la forma en que mi corazón palpita es diferente al tuyo, entonces ese era mi temor en esta caminata, porque yo tenía algo metálico en el corazón”, dijo en una entrevista a LA PRENSA Premium el 12 de julio de 2024, cuando ya se había recuperado de su largo periplo.
El padre Leopoldo Serrano, originario de Guarita, Lempira, es un sacerdote hondureño de la Orden Franciscana, ampliamente reconocido por su activismo social y su lucha en favor de comunidades vulnerables, especialmente en el occidente del país.
Su fama nacional se consolidó tras protagonizar una caminata de más de 234 kilómetros a pie entre San Pedro Sula y Tegucigalpa, la cual inició el jueves 27 de junio de 2024 y que duró más de una semana.
El recorrido lo realizó como protesta pacífica para exigir la culminación de proyectos vitales en la colonia San Francisco de Asís, en Macuelizo, Santa Bárbara. Esta colonia alberga principalmente a familias damnificadas de la aldea La Reina, devastada por los huracanes Eta e Iota en 2020.
Durante ese trayecto —que duró entre siete y ocho días y deterioró severamente su salud— el padre Serrano recibió un amplio respaldo ciudadano y logró captar la atención del gobierno.
Como resultado, la presidenta Xiomara Castro se reunió con él y prometió finalizar varias obras pendientes, entre ellas la electrificación, pavimentación, habilitación de un pozo de agua, planta de tratamiento y centros educativos. Sin embargo, hasta la fecha, solo algunas de estas promesas se han cumplido parcialmente, lo que mantiene la preocupación del sacerdote y de la comunidad.
Además de su labor en Santa Bárbara, el padre Serrano fundó en 2016 un centro de rehabilitación para personas con adicciones en el sector Valle Verde, también en Macuelizo.
Su trayectoria incluye una dedicación constante a la defensa de los pobres, la promoción de la justicia y el acompañamiento espiritual de personas en situación de vulnerabilidad.
En respuesta a la crisis política actual y al incumplimiento de compromisos oficiales, ha anunciado que emprenderá una nueva caminata, esta vez desde Copán hacia la capital, como un llamado urgente a los liderazgos del país.
Con su voz serena, pero directa, no ha dudado en hacer amplios cuestionamientos públicos cuando considera que las cosas no se hacen bien.
Su persistencia, sacrificio personal y liderazgo moral lo han convertido en una figura relevante de la sociedad civil hondureña y en símbolo de esperanza para las comunidades marginadas.
Hace un par de meses, el padre había anunciado una segunda caminata, ya que las obras por las que caminó la primera vez en la colonia San Francisco de Asís habían sido abandonadas. Tras su anuncio, los trabajos se reanudaron y él canceló el viaje.
