Una pesadilla han vivido 27 familias evacuadas de zonas de alto riesgo, entre ellas Cerrito Blanco, Reparto por Arriba, Reparto por Abajo, La Santa Rosa y La Guillén, en la capital hondureña, luego de verse obligadas a abandonar sus casas para salvaguardar sus vidas.
Entre lágrimas y profundo dolor, niños, jóvenes y adultos cargan sus pertenencias para salir del lugar. En medio del desconsuelo, algunos llevan camas, electrodomésticos y muebles hacia los vehículos que los trasladarán a la casa de un familiar, amigo o a una vivienda en alquiler.
En los sectores de Reparto por Arriba y Cerrito Blanco, el silencio de la madrugada se rompe con el crujir de la tierra que avanza lenta, pero implacable, arrasando todo a su paso.
Entre grietas y escombros permanecen los recuerdos de quienes han pasado toda una vida en la zona y hoy enfrentan la dolorosa decisión de abandonar sus hogares para sobrevivir.
“Es triste dejar años de esfuerzo aquí, pero tuvimos que salir para resguardar nuestras vidas”, relató con tristeza Juan José Sierra, quien regresó brevemente para recoger algunas pertenencias de su vivienda, una de las pocas que aún siguen en pie.
Don Juan José ha vivido 38 años en Reparto por Arriba. “Aquí nací, por eso se hace difícil irme a otro lugar”, dijo mientras observaba el barrio que lo vio crecer y que guarda en cada rincón parte de su historia.
Aunque su casa todavía resiste, la tierra se desliza cada día más cerca, llevándose todo a su paso entre el agua y el lodo. “Ya casi no se puede dormir tranquilo”, agregó con resignación.
A pocos metros de distancia, Nelson Galindo vive la misma angustia, nacido y criado en la zona que divide Reparto por Arriba con Cerrito Blanco, observa con preocupación cómo la tierra sigue cediendo y amenaza con arrasar su hogar.
Los vecinos que aún permanecen en la zona viven en permanente zozobra, vigilando las noches lluviosas y atentos al menor sonido que anuncie otro deslizamiento.
Según informó Julio Quiñones, coordinador del Programa de Adaptación al Cambio Climático de la comuna capitalina, hasta el momento han sido evacuadas 27 familias de zonas de alto riesgo.
La vulnerabilidad de Tegucigalpa y Comayagüela se evidencia además en los socavones que surgen en distintos puntos, la mayoría debido al colapso del sistema de alcantarillado. En barrios como El Manchén, la antigüedad de la infraestructura ha agravado el problema.
La Alcaldía Municipal del Distrito Central informó que 370 familias están siendo atendidas en 31 albergues temporales habilitados por las lluvias. Entre ellas se encuentra Ana María Duarte, madre soltera que fue albergada en el centro educativo Agustín Alonso del barrio San Pablo, tras abandonar su vivienda en la colonia Canaán.
“Al ver lo que pasaba con mis vecinos, tuve que salirme con mis niñas. Es triste, pero sé que Dios me ayudará a encontrar un lugar donde vivir”, relató Duarte, quien cuida sola a sus dos hijas.
Aunque su casa aún no ha colapsado, presenta profundas grietas que la obligaron a evacuar. “No sé dónde voy a ir cuando termine esta situación, pero lo importante es que estamos con vida mis hijas y yo”, añadió.
Duarte residía en el sector 1, calle principal de la Canaán, y ahora planea comenzar de nuevo junto a sus hijas cuando salga del albergue.
La comuna capitalina ha registrado más de 1,200 incidencias relacionadas con ríos y quebradas desbordados, inundaciones, deslizamientos, muros colapsados y árboles caídos en Tegucigalpa y Comayagüela, lo que refleja la creciente vulnerabilidad de ambas ciudades ante las lluvias.
Además, se han reportado 11 viviendas destruidas, principalmente en Río Abajo, Cerrito Blanco y Reparto por Arriba.
Debido al alto grado de saturación del suelo, los daños y la continuidad de las lluvias, la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) emitió alerta roja para el Distrito Central por 24 horas.
“Tenemos pronóstico de lluvia para el día de hoy (lunes), porque ya ingresó una onda tropical que en estos momentos se encuentra llegando al departamento de Olancho”, informó Francisco Argeñal, titular del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Agregó que se trata de una onda tropical de longitud corta, cuyas nubes generan lluvias leves a moderadas en la mayor parte del territorio nacional.
Para las zonas bajas se prevén acumulados de 5 a 10 milímetros de lluvia en el Distrito Central, mientras que en las partes altas del sur de Francisco Morazán y el norte de Choluteca podrían alcanzar hasta 40 milímetros.
“Para el martes en la noche y el miércoles en la madrugada se esperan lluvias debido a una vaguada prefrontal que podría incursionar y generar precipitaciones; puede ser mañana en la noche o el miércoles en la madrugada”, pronosticó el experto.
