San Pedro Sula, Honduras.
El Comité Pro construcción de la granja penal comienza a tener deudas ante la falta de fondos, situación que también paralizó la obra.
De los 300 obreros que había, apenas quedaron 36 que siguen haciéndolo sin recibir pago con la esperanza de que pronto se solucionará el problema.
Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Pro construcción de la granja penal, dijo que tuvieron oportunidad de exponer la realidad a personeros enviados por el Gobierno.
“Hemos explicado que teníamos L700 mil que estaban depositados en Banco Continental. Se le había dado un millón de lempiras a un contratista, que también estaba depositado en esa institución bancaria”, indicó.
La situación empeora porque, según el obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, ya se deben L2 millones en salarios y había contratos que no se podían hacer.
“Se detuvo la obra y nos preocupa porque nos han manifestado que en este momento no hay fondos en la tasa de seguridad, pero apenas haya dinero continuaremos con la obra?, aseguró.
Mientras la construcción se retrasa, el penal en San Pedro Sula sigue siendo una bomba de tiempo y las condiciones empeoran cada día, agregaron los integrantes del comité.
Ayer hubo reuniones, pero las noticias fueron del todo alentadoras para reanudar la obra.
Solo quedan L700 mil y los L20 millones prometidos del “tasón” no llegan. La Fundación Pro construcción ya ni se atreve a dar fecha de cuándo concluirán los trabajos.
El Comité Pro construcción de la granja penal comienza a tener deudas ante la falta de fondos, situación que también paralizó la obra.
De los 300 obreros que había, apenas quedaron 36 que siguen haciéndolo sin recibir pago con la esperanza de que pronto se solucionará el problema.
Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Pro construcción de la granja penal, dijo que tuvieron oportunidad de exponer la realidad a personeros enviados por el Gobierno.
“Hemos explicado que teníamos L700 mil que estaban depositados en Banco Continental. Se le había dado un millón de lempiras a un contratista, que también estaba depositado en esa institución bancaria”, indicó.
La situación empeora porque, según el obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, ya se deben L2 millones en salarios y había contratos que no se podían hacer.
“Se detuvo la obra y nos preocupa porque nos han manifestado que en este momento no hay fondos en la tasa de seguridad, pero apenas haya dinero continuaremos con la obra?, aseguró.
Mientras la construcción se retrasa, el penal en San Pedro Sula sigue siendo una bomba de tiempo y las condiciones empeoran cada día, agregaron los integrantes del comité.
Ayer hubo reuniones, pero las noticias fueron del todo alentadoras para reanudar la obra.
Solo quedan L700 mil y los L20 millones prometidos del “tasón” no llegan. La Fundación Pro construcción ya ni se atreve a dar fecha de cuándo concluirán los trabajos.
