Tegucigalpa, Honduras
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, analizó el Presupuesto General de 2021 y expresó su preocupación por el aumento del gasto corriente en más de 2%.
¿Qué valoración hace del presupuesto presentado antenoche por el Ejecutivo?
Luego de analizar el anteproyecto del Presupuesto 2021, nos llama tremendamente la atención que el gasto crece en un 2%, en un momento en que el sector privado se ha sumado a la solicitud de que, dada la crisis económica mundial por la que se atraviesa, la burocracia se debería reducir. Asimismo, la composición interna, no muestra una priorización clara en protección social y para sacar al país adelante. Honduras requiere un presupuesto inteligente orientado a la reactivación de la economía.
¿Es un presupuesto acorde a un contexto de crisis?
Los enunciados los compartimos, pero eso es solo el empaque. Aquí debemos analizar cómo está lo de adentro, “la carnita”, donde todavía vemos muchos vacíos. Por ejemplo, solo entre salarios y servicios de deuda se consumirá el 100% de todos los ingresos tributarios, razón por la cual se requieren de 60,000 millones de lempiras de más deuda, donde solamente 24,000 millones serán utilizados para inversión y protección social. Entonces yo me pregunto ¿es realmente este el instrumento o presupuesto que necesitamos para el desarrollo de Honduras? Repito, necesitamos un presupuesto inteligente y enfocado a la reactivación de la economía.
¿Que renglones considera debe dársele prioridad?
Por supuesto que Salud, Educación, inversión, sobre todo en infraestructura y reactivación, todo lo anterior con el objetivo de salvaguardar las vidas humanas, mejorar las competencias de nuestra población y por ende su productividad, generar inversión, salvar empresas y empleos, condiciones básicas para reactivar la economía y consecuentemente, mejorar la calidad de vida de la familias hondureña.
¿Se debe adelgazar la burocracia y recortar gasto corriente?
La inversión en infraestructura, salud y educación siempre tienen que estar presente en el diseño del presupuesto y si bien en este anteproyecto se consideran, desde el sector privado sentimos que los montos no son suficientes.
Lo que realmente preocupa es que esta propuesta no es inteligente, es decir, hay un incremento en el presupuesto, pero este va al pago de salarios de funcionarios del Gobierno.
En otras palabras, mientras el 7% del presupuesto sería utilizado en infraestructura, desarrollo rural, agua y saneamiento o el 5.6% en infraestructura social, un 34% estaría destinado solamente al pago de salarios de funcionarios. Por esta razón, hoy más que nunca, el sector privado hace un enérgico llamado a adelgazar el tamaño del Gobierno y a tener un presupuesto inteligente y orientado a la reactivación de la economía.
