Debido a la inclemente sequía que impera en la zona oriental del país, el Gobierno de Honduras, luego de la reunión de Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), decidió este jueves declarar emergencia en el sector agropecuario.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue el encargado de dar el anuncio ante los medios de comunicación donde mencionó que “es una campaña de alto impacto sobre lo que estamos enfrentando y se hace un llamado al cambio de actitud”.
En cuanto a ganadería, reportan 1,000 muertes de reses en el sector de San Esteban, Olancho, situación que se ha dado de febrero a la fecha por deshidratación y falta de alimento.
'El impacto de la sequía este año es dramático. La falta de agua afectará la agricultura y nuestra vida diaria. Hemos declarado emergencia, pero la población debe poner de su parte también, porque estamos ante una situación nunca antes vista', dijo el mandatario.
La sequía en El Paraíso ha dejado grandes pérdidas.
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Ante esta preocupante situación el gobierno de Honduras, declaró emergencia agropecuaria.
Hambre y desolación deja sequía en Corredor Seco en Honduras Intibucá, Honduras.
Desoladores paisajes cubiertos de cosechas completamente dañadas por la prolongada sequía, pueden verse por doquier en varios municipios del llamado Corredor Seco en Honduras. La situación es trágica, pues la extendida falta de lluvias provocada por el fenómeno de El Niño ha causado que miles de familias hondureñas pierdan, incluso, los cultivos que tenían para su consumo. Un equipo periodístico de Diario LA PRENSA recorrió varios municipios afectados por la sequía y comprobó la dramática situación en que están los habitantes de las zonas que conforman el Corredor Seco. “Perdimos todas nuestras cosechas por culpa de la sequía. Estamos desesperados con esta situación. En estas zonas ni siquiera se tiene segura la comida. Aquí se sufre y lo más triste es por los niños. Nosotros no tenemos dinero para poner un sistema que salve las cosechas cuando no llueve”, contó Evelyn Tábora, habitante y campesina del sector de Guayamán, en el municipio de Jesús de Otoro, Intibucá. Más hambre, desnutrición y pobreza son lo que les quedó a miles de personas, cuya fuente de subsistencia depende de lo que siembran. |
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