Tegucigalpa
Tras varias semanas en el exterior, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, se encuentra Honduras, ahora custodiada por un numeroso grupo de elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
El 29 de mayo, la funcionaria en el despacho de Seguridad manifestó que salía del país tras recibir amenazas que al parecer vendrían desde el propio Gobierno mediante bandas policiales.
“Después de un período de ausencias, el tema relacionado con amenazas y seguridad para mi persona está bajo investigación del Ministerio Público”, aseguró Villanueva.
La funcionaria no aclaró si ella interpuso formal denuncia sobre las presuntas amenazas recibidas y quiénes fueron los que la intimidaron, o si es el Ministerio Público que de oficio inició las indagatorias. Tampoco dijo cómo se dieron esas advertencias hacia su persona.
Al consultarle si las amenazas siguen contestó: “Esas son situaciones que están en el marco de investigación del Ministerio Público. Yo espero que el Ministerio Público me logre definir todos los marcos de neutralización”.
Villanueva aseguró que una de las causales por las que supuestamente habría sido amedrentada por terceros fue por las declaraciones que dio en torno a la masacre ocurrida en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS). “Ese es uno de los puntos que definitivamente me pone muy vulnerable”.
Dijo que “hoy estoy más custodiada que nunca, para aquellos detractores que lo tienen que saber, estoy en el país trabajando. ¿Tiene miedo usted de reportear?, si no tiene miedo, yo tampoco”, respondió Julissa Villanueva al consultarle si tenía temor por las amenazas.
