Guido Eguigure renunció este lunes como subsecretario de la Secretaría de Derechos Humanos (Sedh) a través de una carta enviada la presidenta Xiomara Castro.
En una carta pública, Eguigure externo su descontento porque explorados de esta secretaría, de manera anónima, revelaron los atropellos de la ministra Natalie Roque.
“Lamento profundamente que asuntos internos que debieron ventilarse en el mismo ámbito hayan trascendido de forma malintencionada y dañado la integridad de los más altos funcionarios de la SEDH”, lamentó.
Siguió: “Como Subsecretario reitero que desde los principios y ética profesional que han marcado toda mi vida, he buscado el camino del diálogo para encontrar soluciones a problemas internos que deberían tener fácil solución y que afectan el desempeño de la SEDH”.
El subsecretario calificó como “falta grave” revelar las interioridades de la secretaría.
Además, Eguigure se refirió a la conducta que empleados denunciaron de Roque.
“No es ético, ni profesional y está reñido con el Código de Conducta Ética del Servidor Público abusar del poder y dar malos tratos a los subalternos y empleados. Las decisiones unilaterales son una muestra de poder absoluto que se ejerce, generalmente, contra los más débiles”, exhortó.
“He enviado a la Presidenta Xiomara Castro tres documentos: esta declaración, un informe y mi renuncia como Subsecretario. Por supuesto, ninguno de los dos documentos, se filtrara”, cerró.
Anarquía
Roque ha sumido a la Secretaría en una de sus peores crisis desde su creación en 2010.
El jueves anterior, un grupo de empleados denunciaron a Roque y evidenciaron una serie de actos de corrupción, derroches, abusos y hasta de contratar a su propio familión.
En la carta se detalló que Roque tiene contratado a su padrino en el cargo de médico personal ganando 60,000 lempiras mensuales y también a la esposa de este devengando la misma cantidad de dinero.
Esta última tiene el puesto de directora de Cooperación.
La denuncia señala que Roque también tiene a una persona identificada como Delia Merlo ganando otros 60,000 lempiras para supuestamente hostigar y maltratar empleados.
”Tiene dos asistente del despacho ministerial que son las achichincles que dan persecución a los empleados, solo les paga para que le compren la comida, le hagan masajes y los mandados”, detalla la nota.
