Midence Oquelí Martínez Turcios y Juan Orlando Hernández comparten, principalmente, cuatro aspectos: fueron políticos que alcanzaron altos objetivos, son acusados de narcotráfico por Estados Unidos, son ligados a grandes cárteles y utilizaron la misma celda en Honduras.
El exdiputado del Partido Liberal por Colón (de 2010 a 2018) fue capturado el domingo en su residencia en aquel departamento, su feudo, desde donde habría creado cercanos vínculos con Los Cachiros, el más prominente cártel de la droga en la región y uno de los más portentosos de Centroamérica.
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Una vez trasladado a Tegucigalpa, vía aérea, Midence Oquelí inició su periplo que lo podría llevar desde tribunales hondureños hasta similares en Nueva York, Estados Unidos, donde podría desfilar como un hondureño más considerado por aquel país como “narcopolítico”:
Midence Oquelí está detenido en las instalaciones de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) de la Policía Nacional. En ese recinto policial, Juan Orlando Hernández permaneció hasta ser extraditado en abril hacia Estados Unidos. Allí, el exmandatario, que gobernó entre 2014 y 2022, era vigilado por agentes policiales e incluso se ejercitaba en uno de los patios. Una realidad opuesta a la actual, en Nueva York, donde en la fría prisión metropolitana apenas tiene acceso a la luz solar y no suele compartir con otros reos, por motivos de seguridad, según lo explicado por los fiscales.
Una cama, una pequeña mesa, un baño y un espacio para su ropa y artículos de aseo personal matizan la pieza que lucía igual cuando Juan Orlando Hernández la dejó tras ser enviado hacia Estados Unidos en un avión de la DEA.
El exfuncionario estaba prófugo de la justicia, pues en 2018 se le acusó de ser un poderoso integrante del cártel de Los Cachiros. Los fiscales arguyen que él brindó apoyo directo a las actividades violentas de narcotráfico de Los Cachiros.
“Martínez Turcios escoltó personalmente algunos cargamentos de cocaína de Los Cachiros mientras eran transportados a través de Honduras, manejó equipos de seguridad fuertemente armados responsables de proteger grandes cantidades de drogas, participó en entrenamiento con armas proporcionado a asesinos a sueldo de Los Cachiros reclutados de la Mara Salvatrucha, y ayudó a planificar y participó en actos de violencia perpetrados por miembros y asociados de Los Cachiros”, describe la acusación contra el excongresista.