Más de 65 diputados de las bancadas de oposición aprobaron este martes dejar sin valor y efecto la comisión permanente del Congreso Nacional, durante una sesión extraordinaria realizada en las instalaciones de la iglesia Vida Abundante, en Tegucigalpa.
La sesión extraordinaria se llevó a cabo luego de que los congresistas fueran impedidos de ingresar al edificio legislativo, que permanecía bajo resguardo policial.
En la sesión, los parlamentarios acordaron anular la resolución 0001-2025 CP/CN, emitida el 31 de octubre de 2025 por la junta directiva del Congreso Nacional y publicada ese mismo día en La Gaceta número 36,981, por considerar que “carece de eficacia jurídica al contravenir la resolución emitida por el pleno del Congreso Nacional”, según se detalla en el dictamen aprobado.
Tras confirmar el quórum y con la presencia de más de 65 diputados, la congresista Francis Argeñal, en representación del Partido Nacional, presentó una moción para conformar una junta directiva provisional que dirigiera la sesión.
La propuesta incluyó a la diputada Fátima Mena como presidenta, y a Merary Díaz y Maribel Espinoza como secretarias, en aplicación del artículo 47 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, ante la ausencia de los miembros de la junta directiva oficial.
La moción fue sometida a votación y aprobada por el pleno por unanimidad, quedando conformada la nueva directiva temporal para el desarrollo de la sesión extraordinaria.
Diputados desconocen a la comisión permanente
Los diputados autoconvocados aprobaron el dictamen en el que desconocen la instalación de la comisión permanente, ya que el artículo 207 establece que esta solo funciona cuando el pleno entra en receso.
"Cualquier acto de una comisión permanente constituida al margen de la ley, en sustitución del pleno, carece de validez", manifestó la diputada Maribel Espinoza, secretaria de la junta directiva provisional.
La diputada Maribel Espinoza ordenó la publicación del dictamen aprobado este martes en el diario oficial La Gaceta, al tiempo de advertir a la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG) que negarse a su publicación incurre en desacato.
