Inverosímil pero real. Viajar vía aérea en Honduras a Puerto Lempira, municipio que es parte de su territorio, es mucho más caro que pagar por un boleto de vuelo a ciudades de Estados Unidos como Miami o Houston.
Pero en contraste con los modernos aeropuertos internacionales de esas metrópolis estadounidenses, la pista del aeródromo de Puerto Lempira es de tierra, a pesar de su importancia para el municipio al que solo hay acceso por vía aérea o marítima.Mientras un boleto aéreo de ida y vuelta desde Honduras a Houston cuesta menos de $250 (L6,125) y a Miami menos de $290 (L7,105), el pasaje aéreo a Puerto Lempira vale casi $400, en promedio $370 (L9,065).
Como parte de una serie periodística de Diario LA PRENSA para dar a conocer la realidad que se vive en la región, me trasladé a esta zona y comprobé el aislamiento, externo e interno, en que viven en la zona.
Reclamo. La Mosquitia, como se conoce a la región en que se concentran las comunidades misquitas, ha estado olvidada “desde siempre” al momento de que se asignan los proyectos de país.
Datos
24% de la población del municipio de Puerto Lempira, Gracias a Dios, tiene menos de 10 años, según el Instituto Hondureño de Estadísticas (INE).
26 % de la población en Puerto Lempira no cuenta con ningún nivel educativo, revelan los registros del más reciente censo del INE.
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Tras bajar del vuelo, varios extranjeros caminan para salir del terreno del aeródromo.
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José Edgardo Saicion Romaldo, alcalde de Puerto Lempira, indicó que la pavimentación del aeródromo es un sueño del municipio. “Es un proyecto urgente. Una necesidad. El aeródromo está en uso constante por la llegada de vuelos comerciales”, afirmó Saicion.
En Puerto Lempira el aeródromo apenas cuenta con lo básico para que lleguen los vuelos.
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Hay lanchas que son usadas como “taxis marítimos”, pero el problema es que muchos misquitos no pueden costear este transporte, pues cada viaje cuesta unos $6, si la lancha se llena de pasajeros.
Aún así, es una cantidad inalcanzable para muchas familias que ni siquiera tienen qué comer en sus casas.“A veces, aunque un hijo de uno esté enfermo, no tiene para pagar la lancha para ir al centro, donde está el hospital”, dice la misquita Noriela Amstran.
A pesar de todo, en Puerto Lempira sueñan con que algún día se recuerde que, aunque es más caro llegar ahí que viajar al extranjero, ellos también son parte de Honduras.
Militares se encargan de la seguridad.
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