En un terreno baldío, al lado del presidio de Puerto Lempira y frente a la casa de gobernación, el viento tambalea con fuerza dos pequeñas carpas de nailon y lona, sostenidas sobre ramas y delgados tablones.
En su interior hay misquitos que se ubicaron en ese lugar como señal de protesta para exigir que les otorguen una titulación de territorio y que se evite que personas de otras partes del país que han llegado, según ellos, en los últimos tiempos, invadan terrenos donde viven comunidades misquitas.
Cuando pasa la ventisca, del interior de las inestables carpas, que están separadas por unos cuantos metros una de la otra, salen más de 30 personas, la mayoría de ellos son niños muy pequeños.
233 caseríos hay en Puerto Lempira, según revelan los registros del Censo de Población elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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La Mosquitia: sin servicios básicos: el ocote es su luz y la lluvia su agua
Sin embargo, de esa pequeña cantidad tendrán que hacer milagros y lograr que todos puedan comer o al menos sentir el sabor de alimento para engañar al estómago un día más.
Al acercarse a las carpas se puede observar que en su interior no hay más que algunas pocas tablas. “Tenemos tres meses de estar aquí. Peleamos por los derechos de los misquitos”, fue todo lo que pudo decir con mucha dificultad una de las mujeres, ya que prácticamente no hablan español, solo misquito.
73%
de los hogares los hogares de Puerto Lempira tienen como principal fuente para cocinar la leña, revela el Censo Nacional de Población y Vivienda del INE.
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![]() Una misquita cocina en una gran olla, pero casi vacía.
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Se denomina Mosquitia hondureña a la región que abarca territorios donde viven miembros de esta etnia, aunque ningún departamento o municipio tenga tal nombre.
Las denuncias de los misquitos sobre invasión de tierras de personas de otras partes del país tienen su fundamento, pues los registros del municipio indican que el 1.3% de la población actual de Puerto Lempira hace solo cinco años vivía en otro lugar del país.
![]() Los misquitos exigen la titulación de sus tierras ancestrales.
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