El regalo para dos adolescentes se convirtió en un trago amargo para una familia hondureña que vio desvanecido el anhelo de los menores por culpa de malos empleados de Aduana en Puerto Cortés.
A inicios de enero, un par de tíos que radican en Estados Unidos quisieron sorprender a sus sobrinos y les compraron un PlayStation 5, el cual colocaron en una caja junto con ropa para el resto de sus parientes.
El miércoles 9 de abril, tres meses después, la caja llegó y un comentario del empleado dejó un mal presagio.
"Esa caja la abren siempre en aduana", dijo el muchacho que tras corroborar datos salió de la casa en San Pedro Sula.
Minutos más tardes, la familia abrió la caja y no estaba la consola de videojuegos. "Solo estaba un control y el cargador de los controles", contó la persona a quien iba dirigida la caja.
Se llevaron ropa. "A mi papá le mandaban varias camisas y solo le dejaron una", contó la dama.
A los menores apenas hace unos días les habían notificado que les mandaban PlayStation 5. "Tres meses de espera y para nada", lamentó.
Diario La Prensa quiso investigar el procedimiento para hacer la denuncia en estos casos, pero no obtuvo respuesta.
La empresa de envíos Mayalan Express tampoco se hizo responsable. "Llamamos, pero no nos contestan", denunciaron.
En las redes sociales, muchas más personas han denunciado, incluso, una de ellas aseguró que un vecino presume lo que saca de las cajas.
"Conozco a alguien que trabaja en una y así aparece con muchas cosas en el baúl del carro y que obviamente no las compra", denunció una dama.
