Comayagua, Honduras.
La sombra de un árbol ubicado en la subestación eléctrica se ha convertido en el lugar donde 14 técnicos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) se refugian después de haber sido desalojados del edificio que ahora es ocupado por la Empresa Energía Honduras (EEH).
Los empleados solo cuentan con un microondas para calentar sus alimentos, un viejo oasis para beber agua, una mesa de madera para descansar unos minutos y un plástico para protegerse de las lluvias.
El personal permanece en ese lugar desde el 18 de agosto, momento en el que fueron notificados de que tenían que desalojar el edificio que pertenece a la Enee para dar paso a los empleados de la EEH, que asumieron la distribución del sistema de energía del país.
Los técnicos llegan todos los días a las 7:00 am a la subestación a firmar un libro de ingreso, luego salen en los automóviles a realizar las reparaciones asignadas. A los empleados se les quitaron funciones como el mantenimiento de líneas y restablecimiento del fluido eléctrico, ahora su labor se centra en reparar lámparas e instalar medidores.
Fidel Torres, gerente de distribución de la Enee, argumentó que los empleados no fueron desalojados, sino reubicados en la subestación local.
La sombra de un árbol ubicado en la subestación eléctrica se ha convertido en el lugar donde 14 técnicos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) se refugian después de haber sido desalojados del edificio que ahora es ocupado por la Empresa Energía Honduras (EEH).
Los empleados solo cuentan con un microondas para calentar sus alimentos, un viejo oasis para beber agua, una mesa de madera para descansar unos minutos y un plástico para protegerse de las lluvias.
El personal permanece en ese lugar desde el 18 de agosto, momento en el que fueron notificados de que tenían que desalojar el edificio que pertenece a la Enee para dar paso a los empleados de la EEH, que asumieron la distribución del sistema de energía del país.
Los técnicos llegan todos los días a las 7:00 am a la subestación a firmar un libro de ingreso, luego salen en los automóviles a realizar las reparaciones asignadas. A los empleados se les quitaron funciones como el mantenimiento de líneas y restablecimiento del fluido eléctrico, ahora su labor se centra en reparar lámparas e instalar medidores.
Fidel Torres, gerente de distribución de la Enee, argumentó que los empleados no fueron desalojados, sino reubicados en la subestación local.
