San Pedro Sula, Honduras.
Autoridades del hospital Mario Rivas analizan tomar medidas de seguridad ante el incremento de personas que han hecho del centro asistencial su hogar permanente.
Estos ciudadanos aprovechan para confundirse entre los parientes de los enfermos que permanecen en distintas áreas del lugar, y buscan instalar improvisadas tiendas de campaña y hasta hamacas, sobre todo en horas de la noche.
“Si hacen una ronda después de las 9:00pm, pueden darse cuenta que hay mucha gente que vive en los predios del hospital y aprovechan la seguridad que el hospital les ofrece. Vienen a vivir familias completas, padres, madres con sus dos o tres hijos”, lamentó el subdirector del centro, Aaron Díaz.
Indicó que a través de investigaciones detectaron que ciertas personas también estaban ejerciendo control en los baños y cobrando por el ingreso a los mismos.
“Hemos intentado poner orden, pero realmente no sabemos con qué personas estamos tratando, por lo que hemos tratado de ser prudentes y cuidar la seguridad de los familiares y pacientes. Hacemos las observaciones pertinentes para detectar, con apoyo de la seguridad, lo que ocurre en las noches en los predios del hospital”, dijo.
Refirió que en su mayoría son indigentes que no tienen un lugar donde vivir.
Autoridades del hospital Mario Rivas analizan tomar medidas de seguridad ante el incremento de personas que han hecho del centro asistencial su hogar permanente.
Estos ciudadanos aprovechan para confundirse entre los parientes de los enfermos que permanecen en distintas áreas del lugar, y buscan instalar improvisadas tiendas de campaña y hasta hamacas, sobre todo en horas de la noche.
“Si hacen una ronda después de las 9:00pm, pueden darse cuenta que hay mucha gente que vive en los predios del hospital y aprovechan la seguridad que el hospital les ofrece. Vienen a vivir familias completas, padres, madres con sus dos o tres hijos”, lamentó el subdirector del centro, Aaron Díaz.
Indicó que a través de investigaciones detectaron que ciertas personas también estaban ejerciendo control en los baños y cobrando por el ingreso a los mismos.
“Hemos intentado poner orden, pero realmente no sabemos con qué personas estamos tratando, por lo que hemos tratado de ser prudentes y cuidar la seguridad de los familiares y pacientes. Hacemos las observaciones pertinentes para detectar, con apoyo de la seguridad, lo que ocurre en las noches en los predios del hospital”, dijo.
Refirió que en su mayoría son indigentes que no tienen un lugar donde vivir.
