Puerto Cortés, Honduras.
Los vecinos de los barrios Campo Rojo, San Ramón y Kennedy están molestos porque ya no soportan los ruidos y “nubes” de polvo que se originan por el desvío de unidades de carga pesada debido al cierre de un tramo de la calle que da acceso a la refinería y al portón uno del muelle de la Empresa Nacional Portuaria (ENP).
La problemática comenzó el pasado 29 de mayo cuando la alcaldía cerró 150 metros de la vía para comenzar trabajos de pavimentación. Por varios días todo se desarrolló con normalidad, pero hace un mes quedaron abandonados y no se abrió el tramo.
Los conductores de rastras y volquetas han tenido que desviarse por la tercera avenida para llegar al muelle. Para lograrlo hacen un recorrido de más de un kilómetro hacia el centro de la ciudad y luego un retorno por otra vía para rodear el paso cerrado que históricamente han utilizado.
Los pobladores de la zona afectada se han presentado en varias ocasiones a la alcaldía para solicitar que abran el paso por mientras se retoman los trabajos, pero solo han recibido promesas.
“Estamos cansados de pedir apoyo a la Municipalidad y nadie nos escucha. Ya fuimos a Derechos Humanos a interponer la queja, pero las autoridades no acatan nuestras quejas. No soportamos el ruido y el polvo”, expresa Rodolfo Zavala, vecino del barrio Kennedy.
Mardonio Madrid, habitante de San Ramón, indica que además de que se generan riesgos para la salud, el tráfico de vehículos pesados acelera la destrucción del pavimento de la tercera avenida, que después del terremoto de 2009 quedó agrietado.
Víctor Lara, jefe de la Unidad de Viabilidad y Transporte de la comuna de Puerto Cortes, dijo que el miércoles de esta semana iban a abrir el tramo, pero hasta ayer en horas del mediodía todo seguía igual.
“Reconocemos el malestar de los pobladores. Por mientras vamos a abrir el paso en ese lugar hasta que se vuelvan a retomar los trabajos de pavimentación”.
Los vecinos de los barrios Campo Rojo, San Ramón y Kennedy están molestos porque ya no soportan los ruidos y “nubes” de polvo que se originan por el desvío de unidades de carga pesada debido al cierre de un tramo de la calle que da acceso a la refinería y al portón uno del muelle de la Empresa Nacional Portuaria (ENP).
La problemática comenzó el pasado 29 de mayo cuando la alcaldía cerró 150 metros de la vía para comenzar trabajos de pavimentación. Por varios días todo se desarrolló con normalidad, pero hace un mes quedaron abandonados y no se abrió el tramo.
Los conductores de rastras y volquetas han tenido que desviarse por la tercera avenida para llegar al muelle. Para lograrlo hacen un recorrido de más de un kilómetro hacia el centro de la ciudad y luego un retorno por otra vía para rodear el paso cerrado que históricamente han utilizado.
 La alcaldía cerró un tramo que da acceso a la refinería para pavimentarlo, pero las obras están abandonadas.
|
“Estamos cansados de pedir apoyo a la Municipalidad y nadie nos escucha. Ya fuimos a Derechos Humanos a interponer la queja, pero las autoridades no acatan nuestras quejas. No soportamos el ruido y el polvo”, expresa Rodolfo Zavala, vecino del barrio Kennedy.
Mardonio Madrid, habitante de San Ramón, indica que además de que se generan riesgos para la salud, el tráfico de vehículos pesados acelera la destrucción del pavimento de la tercera avenida, que después del terremoto de 2009 quedó agrietado.
Víctor Lara, jefe de la Unidad de Viabilidad y Transporte de la comuna de Puerto Cortes, dijo que el miércoles de esta semana iban a abrir el tramo, pero hasta ayer en horas del mediodía todo seguía igual.
“Reconocemos el malestar de los pobladores. Por mientras vamos a abrir el paso en ese lugar hasta que se vuelvan a retomar los trabajos de pavimentación”.
