26/04/2024
12:47 PM

Convivencia y dedicación en la 8 avenida del barrio Barandillas

Familias de varios sectores de San Pedro Sula llegan a la comunidad a trabajar con el aserrín.

    San Pedro Sula, Honduras.

    La 8 avenida del barrio Barandillas se convierte en un verdadero lugar de convivencia el Viernes Santo. Es una tradición que lleva ya más de 20 años y es única en la ciudad, no solo por las vistosas y coloridas alfombras que elaboran, sino porque familias completas, grupos de jóvenes, adultos y niños salen a confeccionarlas.

    En ese compartir que comienza desde tempranas horas, una vez finalizado el viacrucis, se viven momentos de hermandad entre los vecinos de las comunidades católicas, entre ellas la de San Pablo, que es la que encabeza la actividad.

    Pero la tradición de las “alfombras de Barandillas” tiene su origen y se le atribuye a la familia del católico Benjamín Padilla, quien elaboraba una alfombra cada Viernes Santo para que pasara el Santo Entierro cuando el obispo de la Diócesis era monseñor Jaime Brufau.

    La comunidad de San Pablo es la que coordina la actividad que cumple más de 20 años. Fotos: Cristina Santos
    Cuando asumió monseñor Ángel Garachana se cambió la ruta de las procesiones y comenzaron a hacer las alfombras en la 8 avenida lideradas por la comunidad de San Pablo.

    Don Benjamín donaba aserrín y la anilina para pintarlo, así se continuó con la tradición que la están siguiendo las nuevas generaciones.

    Pero no solo se ha conservado la confección de las alfombras, sino el compartir en comunidad que permite que se sigan intercambiando colores, aserrín, alimentos, agua y sonrisas. La faena de los pobladores comienza desde tempranas horas cuando el viacrucis finaliza. Muchos comienzan a pintar el aserrín y sin importar las altas temperaturas hacen los dibujos y los convierten en atractivas alfombras de aserrín.

    Un rosario de colores, las figuras de la Virgen, cruces y representaciones propias de la Semana Santa se observan en las alfombras.
    A la calle llegan centenares de personas a observar la elaboración y algunas participan. El objetivo es que a las 5:30 pm estén finalizadas para dar paso al Santo Entierro. La procesión encabezada por monseñor Ángel Garachana y el párroco Glenis Mejía hace una parada especial en esa avenida porque es ahí adonde los sampedranos llevan a personas padeciendo enfermedades y de la tercera edad para que reciban la unción de los enfermos. Son momentos cargados de emociones y con una solemnidad única.

    Jairo Milla es uno de los coordinadores de la comunidad San Lucas y explica que han pasado más de 20 años y es una tradición que se está traspasando de generación en generación. “Lo importante es el compartir, vienen personas de muchos lados del país que se presentan en estos días y participan en la confección de las alfombras”.

    Los sampedranos trabajaron bajo el sol. Agradecieron el resguardo de la Policía, pero piden patrullajes cuando hay misa los domingos.
    Para monseñor, la acción de los fieles de estas comunidades es de fe, pero resalta también la convivencia de las familias, sobre todo en este año dedicado a ellas.

    “Nosotros salimos a la calle como antes sin miedo porque vivimos una verdadera fiesta en la comunidad”, dijo María García. Con una dedicación ejemplar, los organizadores invitan a todos los que quieran unirse desde ya para el próximo año para que acudan a la comunidad San Pablo.