Tegucigalpa, Honduras.
La disputa de cargos de elección y la intolerancia de sus autoridades provocó la suspensión de una decena de dirigentes del Partido Salvador de Honduras (PSH) que dirige el expresidenciable Salvador Nasralla.
Entre los suspendidos están Mauricio Castellanos, Adolfo Vargas, Wilson Fabián Peña, Gloria Martina Córdova, José Armando Taylor, Henry Osorto Canales y Yadira Hernández.
Meses antes corrió la misma suerte Tony García, que ahora está en el partido Libertad y Refundación (Libre) mientras fue despojado del poder legal el representante jurídico del PSH, René Adán Tomé, que también era asesor del presentador de televisión.
Este cisma en el recién creado partido tiene su origen en el anuncio anticipado de integrar una alianza de oposición con el liberal Luis Zelaya y los exlíderes de corrientes del partido Libertad y Refundación (Libre), Nelson Ávila y Wilfredo Méndez, según las fuentes consultadas.
La llegada de estos precandidatos perdedores de las primarias, así como del Partido Innovación y Unidad (Pinu), lleva consigo, además del interés de sacar al Partido Nacional del poder, de garantizarles a todos un puesto de diputado, designado o alcalde.
Esto provocó que un grupo de delegados promoviera para mañana, en Siguatepeque, una Asamblea Nacional Ordinaria para nombrar o ratificar a las autoridades del PSH e integrar las planillas de candidatos a cargos de elección.
Sin embargo, el principal allegado de Nasralla, Julio Larios, decidió hacer la asamblea el 15 de mayo para esperar que lleguen los nuevos actores políticos.
“Julio Larios, como sabe que no lo van a ratificar en una de las secretarías, la de Estrategia y Campaña, ha tratado de impedir la asamblea”, y desarrollarla el 15 de mayo, dijo René Adán Tomé, que ahora es defensor de los dirigentes suspendidos.
En un comunicado, el PSH dice “que de acuerdo con los estatutos del partido únicamente el Directorio Nacional puede instalar la Asamblea Nacional”.
