La ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla, permanece en observación dentro de una clínica privada de Tegucigalpa luego de sufrir una crisis nerviosa.
Alrededor de nueve horas han pasado desde que ingresó de emergencia al centro asistencial y, de acuerdo con los médicos, su situación de salud ha sido estabilizada.
Se presume que Bonilla se descompensó durante un presunto amotinamiento en la cárcel donde permanece recluida, aunque esa versión no ha sido confirmada por las autoridades penitenciaras.
Según reveló Pedro Joaquín Amador, ministro asesor de los presos políticos, él estaba junto a la esposa del expresidente Porfirio Lobo cuando sufrió el ataque.
“Le agarré la cabeza en el aire”, sostuvo el funcionario, quien además dijo que se le intentó reanimar, pero no respondía. “Cayó en estado de shock muy nervioso”, informó Amador.
Asimismo, reveló que de inmediato se trasladó a Bonilla de Lobo a un centro hospitalario privado, donde fue rechazada, por lo que fue llevada a otro donde buscaban estabilizarla.
“Se le subió la presión de una manera exorbitante, no paraba de llorar”, afirmó Pedro Joaquín, quien se mantenía a las afueras del centro hospitalario donde permanecía ingresada la ex primera dama hondureña.
Amador, también aseguró que Rosa Elena se encuentra “psicológicamente mal” tras la muerte de su hijo Said, el pasado 11 de julio cuando salía de un discoteca en la capital hondureña.
