Tegucigalpa, Honduras
Las balas que le quitaron la vida a la ambientalista hondureña Berta Cáceres, que fueron recuperadas del cadáver, sirvieron a las autoridades para determinar el arma y poder localizar a los supuestos responsables del crimen, según comentó la jefe de la Dirección General de Medicina Forense, Julissa Villanueva.
La especialista señaló que en el cuerpo de Cáceres se encontraron las ojivas de bala que le produjeron la muerte en el atentado perpetrado el pasado 3 de marzo.
'Logramos recuperar indicios balísticos que nos ubicaron de inmediato a establecer causa, manera de muerte y buscar el instrumento homicida. Desde la revisión de la escena hasta el ingreso del cuerpo de doña Berta Cáceres a Medicina Forense fue fundamental encontrar un argumento científico que permitiera también a los investigadores tener los resultados que estamos hablando'.
Las ojivas llevaron a determinar que en el homicidio se utilizó una sola arma, un revólver calibre 38, el cual fue encontrado por agentes de la ATIC en posesión de Emerson Eusebio Duarte Meza, quinto implicado en este hecho, aseguró.
Recuperación de indicios
Villanueva puntualizó que 'en el cuerpo de Berta Cáceres se recuperaron una gran cantidad de indicios que nadie los podía contaminar'.
Por ello se desvinculó al testigo y víctima Gustavo Castro Soto, mexicano que no participó en el crimen y fue dejado en libertad para que saliera del país.
'Restos de ADN había, sin embargo esos resultados si acaso nos vamos para juicio, se presentarán en su momento', planteó la experta forense.
En cuanto a las huellas encontradas al interior de la vivienda donde se produjo el crimen sostuvo que 'nosotros todavía no nos hemos pronunciado en relación a las huellas, porque sería irresponsable, imagínese si fuera un militar, inmediatamente se van a botar o enterrar todos sus zapatos y no lo vamos a encontrar; la teoría de las botas militares es absurda'.
Concluyó que próximamente vendrán más investigaciones y resultados en este emblemático caso, donde se continúa en la búsqueda de los autores intelectuales.
