La Declaratoria de Tegucigalpa, presentada durante la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), estaba destinada a ser uno de los puntos más destacados del evento. Sin embargo, terminó convirtiéndose en un episodio marcado por la tensión.
En el transcurso de la cumbre, la presidenta Xiomara Castro dijo: “yo creo que hay un consenso. Todos conocemos estos ocho puntos, hay suficiente consenso. Queda aprobado”.
Un segundo después, Nimia da Silva, directora general de Política Multilateral de la Cancillería paraguaya, expresó: “perdón, soy de la delegación de Paraguay y no hay consenso, Paraguay no da su consenso a la declaración”.
“Me sumo a lo dicho por la delegación de Paraguay, la delegación de Argentina no da el consenso a la declaración, están violando los estatutos de la Celac”, dijo Eduardo Bustamente, vicecanciller argentino.
Valdrack Jaentschke, canciller de Nicaragua, también rechazó la declaratoria, ya que no incluida puntos importantes como la historia de la Celac. Y catalogó el documento como un sabotaje a los esfuerzos de crecimiento de la organización.
Este jueves, el Gobierno de Argentina denunció una violación de los procedimientos que rigen en la Celac, tras afirmar que en la cumbre de este organismo en Honduras se emitió una declaración sin el necesario consenso.
“Argentina exige el respeto al principio de consenso en la Celac y denuncia la violación de procedimientos”, indicó la Cancillería argentina en un comunicado, que subrayó además que Argentina “deja constancia formal de que la denominada ‘Declaración de Tegucigalpa’ carece de validez y no puede ser considerada un documento oficial de la Celac”.
En un escenario convulsionado por los aranceles anunciados el pasado 2 de abril por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la declaración rechaza “la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contrarias al Derecho Internacional, incluidas las restrictivas al comercio internacional”.
El texto de la declaración final no tuvo el apoyo de Argentina, Paraguay y Nicaragua, pero el Gobierno de Honduras, a cargo de la Presidencia pro témpore de la Celac hasta este miércoles -cuando la traspasó a Colombia-, la emitió de todos modos bajo el argumento de que el texto contaba con el “consenso suficiente” de 30 de los 33 Estados miembros del organismo.
En el comunicado de la Cancillería argentina, el Gobierno de Javier Milei expresó su “más enérgico rechazo ante la violación de los procedimientos que rigen el funcionamiento” de la Celac durante la cumbre en Honduras.
Sostuvo que, pese a que Argentina no otorgó su consenso para la adopción de la declaración final, la Presidencia pro témpore hondureña “intentó imponer dicho texto de manera ilegítima, invocando una figura inexistente en el marco normativo de la Celac: el llamado ‘consenso suficiente’”.
“Esta expresión ambigua e imprecisa contradice el principio de consenso pleno, piedra angular del funcionamiento institucional de la Celac, tal como lo establece su documento fundacional ‘Procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac’”, argumentó la Cancillería argentina.
Bajo los mismos argumentos, la declaración también fue objetada este jueves por el Gobierno del presidente de Paraguay, Santiago Peña. Además, dejó sentado que “esta declaración no puede considerarse como emanada de la IX cumbre de Jefes y Jefas de Estados y de Gobierno de la Celac”.
Argentina advierte de protagonismos a regímenes autoritarios
El Gobierno de Milei, quien ha señalado a Estados Unidos e Israel como sus principales socios en materia de política exterior, dijo este jueves que "advierte con preocupación que en el seno de la Celac se está otorgando voz y protagonismo a regímenes autoritarios y no democráticos cuya participación debería ser suspendida hasta que se reencaucen como países democráticos con plena vigencia de los derechos humanos y civiles".
"La influencia desproporcionada de estos actores distorsiona la agenda y desvirtúa los resultados del foro regional", afirmó la Cancillería argentina, que no puntualizó qué países deberían, a su criterio, ser suspendidos.
Argentina añadió que "reafirma su compromiso con los principios democráticos, el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de la integración regional basada en normas claras, consensos plenos y respeto mutuo".
Para el abogado y analista político Lester Ramírez, esta situación hace que la Celac pierda peso político.“También hace que se pierda credibilidad y legitimidad de los presidentes”, agregó Ramírez.
Carlos Hernández, director de ASJ, dijo que es importante que se sigan las normas rigen a la Celac. “Las decisiones deben tomarse por unanimidad, hay tres países que no estuvieron de acuerdo con la declaratoria, pero hubo 30 países que sí, esto también es importante”.
Presidida por la mandataria hondureña, Xiomara Castro, la cumbre de la Celac contó con la presencia, entre otros, del presidente de Colombia, Gustavo Petro; de Claudia Sheinbaum, de México; Luis Arce, de Bolivia; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Yamandú Orsi, de Uruguay; y Bernardo Arévalo, de Guatemala.