El acuífero que abastece a la mayor parte de la población de Siguatepeque, zona central de Honduras, enfrenta una situación crítica por la creciente sobreexplotación de aguas subterráneas y la carencia de una regulación efectiva.
Así lo concluye un estudio elaborado en 2023 por la Universidad Nacional de Ciencias Forestales (Unacifor), en colaboración con investigadores nacionales e internacionales.
La investigación, titulada Caracterización hidrogeológica y utilización del acuífero de Siguatepeque, advierte que el recurso hídrico presenta un potencial de suministro calificado entre intermedio y bajo, y que la extracción actual supera su capacidad de recarga, especialmente en el casco urbano, donde se concentra el 76% de los 506 pozos inventariados.
El balance hídrico muestra una recarga promedio anual de 10.7 millones de metros cúbicos, mientras que la extracción estimada alcanza los 4.5 millones.
Aunque esta cifra representa el 41.7% de la recarga, en la zona urbana se reporta un déficit del 93%, lo que ha provocado una alarmante disminución del nivel freático de hasta 20.3 metros en algunos sectores de la ciudad.
El número de pozos se ha quintuplicado en dos décadas, la mayoría sin considerar la capacidad de recuperación del acuífero. Muchos funcionan sin control, lo que agrava la presión sobre el recurso y representa un riesgo potencial de contaminación.
Los investigadores recomiendan prohibir nuevas perforaciones a corto plazo y establecer regulaciones estrictas, especialmente para los pozos comerciales e industriales, con el fin de garantizar el acceso al agua potable.

En Siguatepeque, las aguas subterráneas representan más del 50% del suministro de agua potable anual, y hasta un 73% durante la estación seca. Su agotamiento progresivo podría comprometer la seguridad hídrica de la ciudad.
Nelson Geovanny Mejía Pineda, docente investigador de Unacifor y autor principal del estudio, advirtió que el número real de pozos podría ser mayor debido a perforaciones clandestinas. "Podrían andar entre 600 y 700 pozos. Siguatepeque está creciendo en población y urbanizaciones, lo que trae más perforaciones. Aunque globalmente estamos dentro del rango aceptable de extracción, en el casco urbano la recarga es superada casi en un 100%", afirmó.
Proyecciones preocupantes a 2050
Mejía explicó que un tercer estudio en desarrollo, basado en proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), modelos climáticos y estimaciones de consumo, revela que para 2050 podría haber un déficit del 20% en el abastecimiento de agua subterránea.
"El acuífero de Siguatepeque es de mediana a baja productividad. Su característica geológica no permite un buen rendimiento. Con la sobreexplotación y la disminución en la recarga podría colapsar con un abatimiento irreversible", alertó.
Recomendó abstenerse de otorgar nuevos permisos de perforación en zonas como San Miguel, San Juan y Los Ángeles, donde ya se observa una disminución del nivel del agua y la necesidad de profundizar bombas o abrir nuevos pozos.
Una ciudad que crece y un acuífero que se agota
Fernando Villavir, gerente de Aguas de Siguatepeque, informó que actualmente la ciudad depende de 15 pozos activos que operan sin pausa para cubrir la demanda.
"Prácticamente se nos viene casi a cero el agua superficial en verano, esto ha obligado a establecer racionamientos en zonas que pasan hasta tres días sin el servicio", declaró.
Actualmente, se desarrolla un estudio de factibilidad con una inversión de más de 2 millones de lempiras, a cargo de la empresa Vielca Ingenieros, que evaluará la viabilidad hidrológica, ambiental, legal, estructural y social de nuevas soluciones hídricas.
El alcalde Asley Cruz indicó que una posible solución estructural sería la captación de aguas lluvias mediante una represa. "En la zona se registran hasta 1,200 mm de lluvias al año, pero no tenemos dónde embalsarlas. Este tipo de obra requiere respaldo estatal o internacional, pues no puede financiarse solo con fondos municipales", afirmó.
El llamado de la empresa privada
El empresario constructor Wahib Qubei sostuvo que el problema no es de recursos, sino de voluntad. "Se pueden construir embalses de entre 20 y 30 millones de lempiras en las zonas periféricas de la ciudad para garantizar el abastecimiento parcial durante los meses críticos", dijo.
Según Qubei, Aguas de Siguatepeque genera más de 60 millones de lempiras al año y la municipalidad alrededor de 200 millones. "Hace falta voluntad y compromiso. Las pequeñas represas podrían aliviar la carga del acuífero", reiteró.

La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), conforme a la Ley General de Aguas y su reglamento, detalla las atribuciones para regular el uso del recurso hídrico superficial y subterráneo. El reglamento define los procedimientos legales para que personas naturales o jurídicas puedan explorar y explotar fuentes de agua de forma ordenada y sostenible.
El futuro del agua en juego
Mientras la población enfrenta la escasez, el acuífero de Siguatepeque sigue cediendo. Tanto el estudio técnico como las voces institucionales y privadas coinciden en que el modelo actual es insostenible. Se requiere una solución estructural y multisectorial para garantizar agua en las próximas décadas.
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