Cuando Aldair Alemán y Eduardo Orellana salieron a pescar cerca del aeropuerto Juan Manuel Gálvez, en la isla de Roatán, el 17 de marzo jamás imaginaron que su jornada terminaría rescatando a pasajeros de un avión que cayó al mar.
Los dos amigos habían zarpado apenas unas horas antes, cada uno en su propia lancha, aquella tarde de lunes. Cuando empezaba a caer la noche, Aldair vio despegar el avión JetStream del vuelo de aerolínea Lanhsa y segundos después caer al mar.
El fatídico accidente aéreo cobró la vida de doce personas y cinco sobrevivientes. Las víctimas eran 10 pasajeros, incluido el reconocido cantante Aurelio Martínez, así como los pilotos Luis Araya y Francisco Lagos.
Desde esa noche fueron considerados héroes. Así como Damian Feurtado y Aaron Watler, los buzos que rescataron los cuerpos de las profundidades del mar.
Casi un mes después, Aldair aún recuerda el momento de la tragedia, que quedará marcado en su mente para siempre. “Estaba como a cien metros, iba pasando por ahí cuando vi caer el avión y escuché el estruendo. El aparato se vino de pique”, rememoró.
Su compañero Eduardo Orellana se encontraba alejado del lugar. Lo llamó por teléfono para que llegara al sitio del impacto y apoyarlo en el rescate. Rápido llegó y comenzamos a sacar a la gente. “Cuando llegamos solo vimos cuerpos ya ahogados y, a medida nos acercábamos al avión, vimos gente pidiendo auxilio”, agregó.
El pescador de Roatán rememoró que, aproximadamente cinco minutos después de la caída del avión, la aeronave se hundió, en ese tiempo rescataron a los cinco sobrevivientes
.“Recogimos a los sobrevivientes y también a dos ya fallecidos; entre ellos, a Aurelio Martínez, que estaba a la deriva. Las olas ya se lo estaban llevando y fue el segundo cadáver que rescatamos”. Los pescadores llevaron los cuerpos en sus lanchas y los entregaron a la orilla de la pista aérea, donde los esperaban los bomberos del aeropuerto y de la isla, siendo llevados en ambulancias y patrullas policiales al hospital.
Aldair Alemán dice que la experiencia vivida lo ha dejado profundamente afectado, ya que nunca imaginó enfrentarse a una situación tan impactante.
“Después del accidente he soñado tres veces seguidas de que estoy rescatando gente, así mismo como lo viví en persona. Soy una persona fuerte, pero todas las noches pienso en eso”.
Aldair nació en la isla de Roatán y es un apasionado de la pesca. Trabaja para Jolly Roger, una empresa turoperadora que ofrece servicios a los cruceristas. En sus ratos libres disfruta de la pesca, pues la considera un deporte.