“No llegó a tiempo, perdió el ferri y por desgracia el vuelo estaba a 600 lempiras”

Eran las 6:23 pm del lunes 17 de marzo cuando Darcy Duarte tuvo la última comunicación por teléfono con su hermana Yeimi Alejandra Duarte Urribiera. La joven de 22 años laboraba como auxiliar de rampas en el aeropuerto Juan Manuel Gálvez.

Alejandra, como prefería que la llamaran, fue una de las 12 víctimas fatales del trágico accidente aéreo del vuelo de Aerolíneas Lanhsa en Roatán, Islas de la Bahía.

El día del trágico accidente, Alejandra se preparaba para viajar a La Ceiba, donde planeaba disfrutar unos días de vacaciones en el apartamento de su hermana Darcy, quien, emocionada por su llegada, había preparado una suculenta cena para recibirla.

Lo que parecía ser un encuentro entre hermanas, se convirtió en tragedia. El destino empezó a marcar las últimas horas de vida de Alejandra cuando perdió el ferri de las 2:00 pm, pues por motivos laborales no llegó a tiempo a la terminal marítima.

Impulsada por el deseo de ver a su hermana y evitar que la comida preparada con tanto cariño quedara hecha, Alejandra decidió ir al aeropuerto en busca de un vuelo de última hora en una aerolínea.

LA PRENSA conversó con Darcy, quien lucha para enfrentar el dolor que le dejó la muerte de su hermana. Con lágrimas contó las últimas horas de Yeimi Alejandra.

"Ella se iba a ir en el ferri, ya tenía el boleto comprado, pero me llamó y me dijo que el yate ya se había ido, luego que iba a ir a ver si había vuelo, pero me dijo que si estaba más caro que el ferri no lo iba a comprar. Por desgracia estaba a 600 lempiras y me llamó emocionada que ya tenía el boleto".

En un día normal, el costo del vuelo es de 1,400 lempiras.

Darcy estaba alegre porque sabía que Alejandra llegaría a La Ceiba a pasar vacaciones con ella. "Cuando me dijo que no vendría porque la dejó el yate, me puse triste y le dije, 'qué voy a hacer con toda la comida que te preparé'. Bromeando le dije que me la iba a ir a comer con un bolito en la calle y ella se rio. Al final siempre me dejó con la comida hecha".

El vuelo 018 de Lanhsa estaba previsto que saliera a las 5:40 pm de Roatán a La Ceiba; sin embargo, por desperfectos mecánicos en la aeronave, la salida se retrasó 40 minutos.

A las 6:23 pm, Alejandra envió un mensaje a Darcy informándole que había abordado el vuelo. Darcy respondió de inmediato, compartiéndole el número del taxi que la recogería en el aeropuerto Guillermo Anderson de La Ceiba. Sin embargo, Alejandra nunca llegó a su destino. Segundos después de despegar, el avión se precipitó al mar, truncando el encuentro de las hermanas.

Veinte minutos después del último mensaje, Darcy le envió otro mensaje preguntándole si el avión ya había aterrizado. Pero no obtuvo respuesta. El mensaje de WhatsApp quedó en una única línea, el teléfono yacía en silencio en el fondo del mar.

Darcy no se preocupó, porque pensó que el celular se le había descargado, pues antes le había dicho que se le apagaría porque llevaba poca carga y que no tenía cargador. "Yo fui a comprarle un cargador a una gasolinera y le dije que ya se lo tenía y estaba contenta", recordó Darcy.

Cuando pasó el tiempo que debía haber llegado, la preocupación comenzó a apoderarse de ella y se inquietó más cuando recibió la noticia de que un avión cayó al mar.

"Llamé a unos amigos del aeropuerto y les dije que me averiguaran qué vuelo era, porque Alejandra venía en uno, después me dijeron que era en el que ella venía".

Alejandra murió en el impacto y su cuerpo fue rescatado por pescadores que faenaban cerca de la zona del accidente. Un amigo cercano de Alejandra le dio noticia a Darcy, su adorada hermana estaba entre las víctimas mortales del avión.

"Me llamó llorando que estaba junto al cuerpo. Yo le gritaba que era mentira, perdí la noción del tiempo, olvidé todo, fue un dolor horrible". Era tanto el dolor que sintió cuando supo de la muerte de su hermana, que confesó que tuvo "ganas de quitarme la vida". Darcy siempre la recordará "como la mejor hermana que tuve, siempre la voy a consentir".

Alejandra Duarte habría celebrado su cumpleaños número 23 el pasado 2 de abril. Por su carisma era muy querida en la isla. Durante el sepelio, sus familiares y amigos organizaron una emotiva caminata para rendirle un último homenaje y despedirla con amor.

Yeimi Alejandra Duarte vivía con su madre María Isabel Duarte en la zona de Cocono Garden de Roatán. La familia de la joven expresó que no brindaría declaraciones a LA PRENSA sobre la aerolínea, ya que el caso se encuentra actualmente bajo la asesoría de un abogado.

Aerolíneas Lanhsa entregó un fondo de 12,000 lempiras para los gastos fúnebres de la joven. La empresa ha manifestado a través de Rubén Navas, apoderado legal, que indemnizará a los parientes de las víctimas cuando finalicen las investigaciones.