San Pedro Sula, Honduras.
Los urólogos del hospital Mario Catarino Rivas están preocupados por la cantidad de pacientes que están recibiendo con gangrena de Fournier, pues llegan en estados muy avanzados.
Renato Florentino, urólogo del hospital, dijo que es una enfermedad a la que se predisponen los diabéticos y es una pudrición de los genitales.
“En dos días operé tres hombres con la gangrena muy avanzada, esas cirugías no son programadas porque se atienden de emergencia principalmente porque la bacteria avanza a un centímetro por hora”.
Presupuesto
El costo de atención para estos pacientes es alto, pues su recuperación es larga. Los antibióticos que se necesitan son de alta generación y precios más elevados.
“La inversión es millonaria para el hospital porque hay pacientes que alcanzan los 70 días internos. Cada día son cuatro mil lempiras mínimo solo de hospitalización con todos los antibióticos. A eso se suma las cirugías de injerto de piel que se hacen después, además de que se cancelan cubículos enteros por la contaminación, ya que la bacteria es polibacteriana”, manifestó el especialista.
Además de los cubículos de hospitalización, deben cerrarse todos los quirófanos para evitar que otros pacientes se infecten y eso aumenta la mora quirúrgica. La gangrena de Fournier es altamente mortal y con la operación se puede parar el avance de la misma.
“Esas son cosas que se pueden prevenir con la más mínima lesión que note el paciente en sus genitales; pero aquí llegan cuando en la casa ya no se aguanta la peste, es un olor putrefacto de un cuerpo podrido, no me vienen ni un paciente curable, todos vienen cuando ya es muy tarde”, dijo Florentino. Solo la semana anterior se atendió a cuatro enfermos.
Los urólogos del hospital Mario Catarino Rivas están preocupados por la cantidad de pacientes que están recibiendo con gangrena de Fournier, pues llegan en estados muy avanzados.
Renato Florentino, urólogo del hospital, dijo que es una enfermedad a la que se predisponen los diabéticos y es una pudrición de los genitales.
“En dos días operé tres hombres con la gangrena muy avanzada, esas cirugías no son programadas porque se atienden de emergencia principalmente porque la bacteria avanza a un centímetro por hora”.
Presupuesto
El costo de atención para estos pacientes es alto, pues su recuperación es larga. Los antibióticos que se necesitan son de alta generación y precios más elevados.
“La inversión es millonaria para el hospital porque hay pacientes que alcanzan los 70 días internos. Cada día son cuatro mil lempiras mínimo solo de hospitalización con todos los antibióticos. A eso se suma las cirugías de injerto de piel que se hacen después, además de que se cancelan cubículos enteros por la contaminación, ya que la bacteria es polibacteriana”, manifestó el especialista.
Además de los cubículos de hospitalización, deben cerrarse todos los quirófanos para evitar que otros pacientes se infecten y eso aumenta la mora quirúrgica. La gangrena de Fournier es altamente mortal y con la operación se puede parar el avance de la misma.
“Esas son cosas que se pueden prevenir con la más mínima lesión que note el paciente en sus genitales; pero aquí llegan cuando en la casa ya no se aguanta la peste, es un olor putrefacto de un cuerpo podrido, no me vienen ni un paciente curable, todos vienen cuando ya es muy tarde”, dijo Florentino. Solo la semana anterior se atendió a cuatro enfermos.
