Las mujeres que presentan el número más alto de síntomas de trastorno por estrés postraumático, TEPT, tienen casi tres veces más probabilidades de contraer una adicción a la comida, sugiere un estudio reciente.
Los hallazgos no prueban un vínculo directo entre el TEPT y que las mujeres coman en exceso o se vuelvan adictas a la comida. Y también es posible que ciertas mujeres sean tendientes a la adicción a la comida y experimentar trauma, TEPT, o ambas cosas.
Pero la investigación parece ampliar las evidencias existentes que conectan al TEPT con la ingesta excesiva de comida y la obesidad, aunque el riesgo general es bastante bajo, dijeron los investigadores de la Universidad de Minnesota.
Los hallazgos pueden ser útiles, dijo la autora líder del estudio, Susan Mason, profesora asistente de la división de epidemiología y salud comunitaria de la universidad.
“Si los profesionales clínicos que proveen atención de salud mental saben que a veces el TEPT se ve acompañado por conductas alimentarias problemáticas, quizá puedan ofrecer una atención mejor y más personalizada a sus pacientes’, planteó.
¿Qué es el TEPT?
Es un trastorno de la ansiedad que se desarrolla en algunas personas tras experimentar un evento aterrador, como un desastre natural, la violencia o la guerra.
Los que sufren de TEPT pueden estar siempre alertas, tener muchas dificultades para relajarse o no poder hacerlo, y presentar recuerdos vívidos, pesadillas y ansiedad grave.
Las investigaciones previas han vinculado el TEPT con unas tasas más altas de obesidad y de tener peso de menos, apuntó Mason, junto con problemas de adicción.
Pero para los investigadores resulta difícil averiguar qué sucede exactamente, porque no pueden usar el estándar de excelencia de la investigación, un ensayo clínico para examinar una conexión posible. Sería poco ético asignar a algunas personas para que contrajeran TEPT y entonces compararlas con gente sana.
En el nuevo estudio, los investigadores intentaron entender las posibles conexiones entre el TEPT y la adicción a la comida. La adicción a la comida se define como una dependencia psicológica de la comida, con síntomas como los de otros tipos de adicción.
Por ejemplo, la abstinencia física, si los que tienen el trastorno dejan de comer ciertos alimentos, usar la comida para sentirse mejor y comer cuando no es necesario.
Resultados inesperados
El estudio añade respaldo a la idea de que la adicción a la comida es real: “Hay muchos de la comunidad de los trastornos alimentarios que no reconocen la existencia de la adicción a la comida’” y sugiere que el trauma y el TEPT podrían ser una causa.
“Mientras mayor es el número de síntomas de TEPT, mayores son las probabilidades de adicción a la comida”, comentó. En cuanto a las investigaciones futuras, Mason dijo que los investigadores deben observar a grupos más grandes de personas para ver si las conexiones se sostienen.
El estudio aparece en la edición del 17 de septiembre de la revista JAMA Psychiatry.Las mujeres que parecen ser adictas a la comida “tienen sustancialmente más peso que las mujeres que no cumplen con esos criterios, pero aún no sabemos si la adicción a la comida provoca la obesidad, o lo contrario, o si ambas cosas son provocadas por un factor subyacente que desconocemos”, expresó.
El tratamiento debe abordarse de forma integral, combinando psicoterapia, orientación nutricional y, en algunos casos, tratamiento médico.
Recomendaciones
- Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o los ejercicios de respiración también puede reducir los niveles de estrés y mejorar la relación con la comida.
- Fomentar la alimentación consciente, prestar atención al hambre real, los sabores y las emociones al comer ayuda a reconectar cuerpo y mente de manera saludable.
- Importante. Con apoyo profesional, hábitos saludables y comprensión es posible romper el vínculo entre el trauma y la alimentación compulsiva.